Inentendible. En realidad no tanto. La ira desperdigada durante más de seis meses delante de una pantalla, y veinticuatro horas, de Furia en Gran Hermano cosechó secuelas, como la germinación de un amplio grupo de fanáticos obtusos, casi fundamentalistas.
La doble de riesgo sufrió su peor pesadilla y se le derribó el sueño tozudo y obsesivo de ganar el reality, de imponerse contra sus compañeros a los que siempre divisó como enemigos, como obstáculos en su camino hacia su objetivo único y desesperado de consagrarse campeona.
El público le puso un freno, un coto, y decidió acabar con su estadía en la casa más famosa de la televisión mucho antes de la final y con tres semanas por delante de la temporada. Las votaciones fueron contundentes y le propinaron un mazazo con ese margen gigantesco a favor de Martín Ku.
La locura se trasladó a los fanáticos, que en el estudio de Telefe se contagiaron de las agresiones típicas de Juliana Scaglione y la tomaron como ejemplo hasta ejecutar acciones repudiables. ¿Qué pasó? Varios de los participantes de esta temporada sufrieron insultos y amenazas de los seguidores de la doble de riesgo.
EL ATAQUE VIOLENTO DE LOS FANS DE FURIA CONTRA MANZANA
Claro que nadie avizoraba que llegarían a un extremo semejante. Manzana acaba de revelar que en las inmediaciones del canal líder de la televisión le rompieron todo su auto. Sí, esas personas que idolatran a Scaglione se sintieron con el derecho de provocarle daños al vehículo de Farias.
El propio Federico se lamentó y denunció la situación en su cuenta de Twitter, donde salió a narrar lo que padeció en carne propia por la actitud cobarde, ilegal y merecedora de intervención de la Justicia. “Estoy en shock, me rompieron el auto”, publicó Manzana.
