Podría decirse, sin temor a exagerar, que están viviendo una especie de “luna de miel anticipada”. No porque Nicolás Cabré y Laurita Fernándeztengan planeado casarse a la brevedad o que el actor le haya propuesto estar juntos “hasta que la muerte los separe”. Nada que ver. La similitud con el tradicional paseo post boda tiene que ver con la esencia de familia que ya se están encargando de fomentar. Basta con verlos disfrutar de las playas para comprobar que, al menos en esta ocasión, el galán no está pensando en algo pasajero con la ex jurado del Bailando por sueño. Al parecer, en sus proyectos a futuro se ve acompañado por su actual pareja, quien, a juzgar por la relación que está forjando con Rufina, también pretende lo mismo. La pequeña, fruto del vínculo entre Cabré y la China Suárez, va camino a cumplir sus primeros seis años y en los últimos días se sumó a las vacaciones que venían compartiendo su papá y la bailarina en Mar del Plata.
En rigor de verdad, únicamente Nicolás es el que está ciento por ciento dedicado al descanso y a seguir consolidando sus lazos con Rufina, porque Laurita, en realidad y más allá de que no pierde oportunidad para ir al mar y está llevándose cada día mejor con la chiquita, es la protagonista femenina de Sugar. Porque la obra que tanto suceso tuvo en Capital Federal actualmente se brinda en la temporada marplatense, donde, vaya casualidad, también es una de las más vistas del verano en la Ciudad Feliz. Laurita estuvo en los últimos días realizando sesiones de kinesiología a raíz de una lesión que sufrió en una muñeca, un condicionante, sin lugar a dudas, a la hora de desplegar su capacidad en su máximo potencial sobre un escenario. Eso, de todas formas, no la privó de animarse a desarrollar el rol de madre sobre la arena, armando castillitos con Rufina y brindándole cariño para ir ganándose su afecto. Si tenemos en cuenta todo lo que se divirtieron y conversaron chapaleando entre las olas, en un futuro no muy lejano podríamos hablar directamente de “química”.
Por supuesto que esta buena onda que están sembrando Laurita y Rufina no es más que una gran noticia para Cabré, pues nada mejor para un hombre separado y con sueños de armar una nueva familia que su hija comience a sentir apego por la novia de papá. El último año laboral no fue el imaginado por el actor, y seguramente presenciar la cercanía que está logrando su pareja con Rufina lo invita a soñar con una familia correctamente ensamblada para más adelante. Desde luego, al margen del entusiasmo que esto le genera, Nicolás no desea acelerar los plazos y anhela que todo se vaya dando a su debido tiempo. Quemando etapas de la forma más conveniente, porque, en definitiva, tiempo es lo que sobra.
Las vacaciones con Rufi y Laurita, ¿prendió el bichito?
La pareja se consolida y se muestra muy enamorada