La belleza de Pampita es, claro está, una cuestión de genética. Sus rasgos y su eterna sonrisa la posicionan como una de las mujeres más lindas de la farándula argentina. Y si bien su figura también fue privilegiada por la intervención de los genes, mantenerla óptima a los 42 años es tarea exclusivamente suya.
Por eso, la conductora de Pampita Online sigue una estricta rutina de ejercicios, que le permite tener las piernas torneadas y la cola dura. Y durante la cuarentena social, preventiva y obligatoria la modelo compartió con sus 5 millones 500 mil seguidores de Instagram el arduo entrenamiento que realiza día tras días.
Con la espectacular vista a una laguna en un barrio privado de zona norte, donde tiene su casa, la modelo se sube a la bicicleta fija y se dispone a pedalear. La rutina de indoor, combinada con ejercicios de alta densidad le permite a la jurado de Bailando por un sueño mantener su espectacular figura.
Mancuernas, pesas, cuerdas, pelotas y bandas se combinan con ejercicios donde el propio peso del cuerpo es fundamental. Movimientos de boxeo y de cintura reinan entre los ejercicios elegidos.
La modelo no es nueva en esta práctica, ya que la realiza con frecuencia desde hace bastante tiempo. Es exigida, es cierto, pero los resultados están a la vista, como los de la acción solidaria que lanzó en esta semana.
RECUERDOS MARAVILLOSOS
Pero no sólo ejercicio es los que hace Pampita durante el aislamiento obligatorio. Ella, además, está pendiente de las redes sociales. Y el jueves pasado se sumó al Throwback Thursday, que se traduce como jueves del pasado. Allí, Pampita compartió una foto con su abuela. “Esta foto con mi abuela Perla es en el jardín de la casa grande, como le decíamos nosotros los nietos a la casa de los abuelos. Soy la nieta más grande, ¡así que también fui la más mimada! Tuve la suerte de estar con mi abuela gran parte de mi infancia. Me acuerdo de las charlas antes de dormirnos, los libros que me leía, y los muchos que me hacía leer a mí”, escribió.
“La música que estaba siempre presente, la máquina de coser a pedal, los vestidos floreados que usaba, su perfume, las fotos bajo el vidrio de la mesa de luz, los peinados tirantes que me hacía con cintas, las flores que inundaban la casa, las velas que le poníamos a nuestros muertos, el privilegio que era poder comer en la mesa de los grandes”, añadió.
“El helado de vainilla que comíamos en las noches de verano, sus cuadernos donde anotaba todas las ocurrencias que decíamos los chicos, y esos ojos marrones que heredamos todos de ella! Yo extraño a mi abuela! Y seguro vos también extrañas a los tuyos, pero los estás cuidando con esta distancia. ¡Qué importante son los abuelos en nuestros corazones! ¡Un beso enorme para todos los abuelos, para los que están, para los que partieron, para los que nos marcaron la vida, y para los que nos llenaron de amor a su manera!”, concluyó.