Cuando de aventura se trata, Facundo Arana (46) siempre dice presente. En el perfil de su cuenta de Instagram, se lee una frase cortita, pero que lo define: If you can't Surf it, ¡Climb it..! (Si no puedes surfearla, entonces ¡escálala!).
Fanático confeso de los deportes extremos, el actor que hizo cumbre en el Everest, cuando alcanzó a escalar los 8.848 metros que lo convierten en la montaña más alta del planeta, además pilotea aviones, esquía y practica flyboard. Y por estos días aprovecha su estadía en Mar del Plata para disfrutar de uno de los deportes que más le gustan: el surf.
El galán logró encontrar el equilibrio perfecto para este verano entre trabajo y placer. Porque en el Teatro Lido, de La Feliz, Arana sube al escenario junto con la genial Solita Silveyra, para interpretar la obra teatral Cartas de amor. Eso ocurre por las noches, claro está, cuando el público se emociona con la pieza teatral dirigida por Selva Alemán. Pero por las mañanas, Facundo llega a la playa con su mujer, María Susini, y a sus hijos, India (10) y los mellizos Yacoy Moro (9). Y no lo hacen en plan convencional de tomar sol y mojarse los pies en el mar, sino en plan aventurero, como le gusta a él. Y parece que María absorbió y los chicos heredaron el gusto por los deportes acuáticos.
Vestidos con trajes de neopreno, especiales para lidiar con las olas, llegan al parador Honu Beach. Allí, Facundo saluda y –tabla en mano– se adentra en el mar. La sonrisa está en su rostro, pegada casi como una mueca, pero es real, auténtica. Está feliz. Y no sólo porque su decisión de trabajar con Solita fue más que acertada, o porque la obra de Albert Gurney que protagonizan sea un éxito, sino porque su apuesta de hacer temporada de teatro combinada con las vacaciones familiares fue una gran idea.
"Este es el segundo año consecutivo que combinamos la temporada de playa y surf con mi trabajo en el teatro. Los chicos se pasan todos los días metidos en el agua tomando clases y aprenden con una velocidad asombrosa", le dijo a la revista Gente refiriéndose a las clases que sus cachorros toman de la mano de Martín Passeri, quíntuple campeón argentino de surf. Y agregó: "Sólo agradezco. No espero nada más de la vida".
Al actor lo emociona contemplar a sus hijos disfrutando del sol, del mar y del deporte.
"Vernos a los cinco juntos, charlando y compartiendo la vida es todo lo que alguna vez pude soñar”, expresó muy contento. “Hacer surf en familia es concretar una utopía. Todavía no puedo creerlo", agregó.
El, apasionado del deporte de tabla, se dedica casi en exclusiva al surf, pero María, quien también toma clases, reparte su tiempo entre la tabla y el gimnasio, mientras los chicos saltan las olas con destreza y simpatía.
Solidario. Como se sabe, Facundo está muy comprometido con la causa Donar Sangre Salva Vidas. Recientemente pintó la frase en color rojo en su tabla de surf e invitó al público a firmarla. Pero no es ese el único gesto solidario del actor. Hace pocos días se conoció uno que estuvo guardado bajo siete llaves durante mucho tiempo. Manu Lozano, director de la Fundación Sí, fue invitado a la mesa de Mirtha Legrand. Allí reveló que el propietario de la casa donde funciona la sede de la fundación es Facundo, quien no cobra alquiler. “Lo digo: es de Facundo Arana. Durante muchos años no lo dijimos, él no quería”, comentó Manu. Y agregó: “Es una propiedad súper bien ubicada y muy grande. Cuando íbamos a abrir, él me dijo: ‘Sabés que tengo un lugar, quiero que lo vengas a conocer'. Y bueno, ya fue hace más de seis años y estamos ahí". "Es un lugar por el que siento un amor profundo. Ahí van los de la calle a tratar sus historias, ahí vienen a las entrevistas de trabajo, donde recibimos las donaciones, ahí pasa de todo”, finalizó muy emocionado, resaltando el excelente gesto del actor.
Una familia en la cresta de la ola
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