La Voz Argentina irrumpió en la pantalla chica en 2012, bajo el formato que la descoció primero en Holanda y después en Estados Unidos. Un reality que tuvo mucho éxito en Telefé, con la conducción de Marley, que constó de hallar la voz más destacada del país. El ganador de esa primera edición fue Gustavo Corvalán.
Ese rosarino que atravesó muchas etapas y escollos durante el programa, que duró seis meses, conquistó el corazón del jurado y del público. La vida le deparó mucho trajinar por el apasionante mundo de la música y continúa ligado a su pasión, que es el sustento de su familia.
Paparazzi lo contactó para adentrarse en su actualidad y recordar épocas de furor por el show. Gustavo analizó sobre su andar por La Voz: “Mi paso por La Voz fue en el 2012, en la primera edición y luego de ganar trabajé muy durante casi 3 años con la discográfica y después rompí el contrato con Universal Music para emprender otros caminos”.
Claro que apareció en su sendero una referente total como Soledad Pastorutti, quien fue su coach en el reality. “Soledad me contrató por una gira de verano de tres meses como coro y participé de su show, donde me dejaba interpretar canciones. Además gracias a ella pide conocer todos los festivales más importante de nuestro país, allá a principios de 2015”.
El destino le deparó otro giro inesperado. Un llamado lo invitó a asentarse en Córdoba Capital y trasladarse con su familia, su mujer Natalia y sus hijos Brisa y Agustín. Claro que la propuesta era muy tentadora: formar parte de la banda La Fiesta. “Después de esa gira con Sole me llamaron paras sumarme a una banda de cuarteto llamada La Fiesta junto al Loco Amato, quien tiene una trayectoria muy importante por haber salido de Trulala y como solista. Y fui parte de esa gran banda durante casi dos años”, detalló el santafesino.
Había más para Corvalán, más desafíos enormes. Así lo describió: “Luego de estar en la Fiesta mi mánager Marcos Farias (empresario y gran conocido representante de varios artistas reconocidos, como por ejemplo Ulises Bueno, Damián Córdoba) compró una parte de Trulala y me pedían a mí para ser parte de su banda como nuevo cantante. Sumándome a los demás integrantes, que en ese momento eran Tyago Griffo, Cesar Palavecino, Gastón Fernández y su dueño Mauricio Canovas”. Una de las bandas icónicas de Córdoba y de todo el país.
La independización
Tras su recorrido con la enorme Trulala, Gustavo optó por crear una agrupación de cero, junto a César Palavecino, quien fue finalista de Operación Triunfo en 2005. El deseo de jugar libremente con diferentes ritmos los impulsó y así nació Tupachi.
“Decidimos abrirnos de Trulala para formar nuestra propia banda, que se llamaría Tupachi que significa equilibrio en quechua. Una banda de folclore moderno, mezclando el cuarteto con el folclore”, pormenorizó.
La buenaventura siguió como ladera fiel de Corvalán y el proyecto anduvo sobre rieles. “Nos fue muy bien, llegamos a grandes y reconocidos festivales como Jesús María y la fiesta de La Chaya en La Rioja. Después sumamos a su sobrino Fernando Bittar como nueva voz e hicimos un trío hasta el día de la fecha”, contó.
Una idea contra la pandemia
El aislamiento social golpeó fuertemente a la industria del entretenimiento y los eventos en vivo. Por eso, la cuarentena frenó todo para Gustavo y la banda. A pesar de este lapsus de quietud, los músicos no se quedaron de brazos cruzados y pergeñaron una gran propuesta.
“Pero a raíz de la pandemia y sabemos que esto va a estar duro para seguir con el folclore decidimos por nosotros, y pedido de la gente volver al cuarteto, ya que después de que pase todo esto, la gente va a querer joda”, develó.
