Como dos locomotoras lanzadas sin freno a 500 kilómetros por hora, Rocío Oliva y José Luis Chilavert chocaron de frente en un programa deportivo. Como era de preveer con dos personajes de semejante personalidad, se sacaron chispas y se dijeron unas cuantas cosas picantes.
Chilavert fue el entrevistado principal de la última edición del ciclo Fútbol sin manchas, que se emite por Canal 26, tan de moda por estos días por los atuendos de las chicas que conducen sus distintos programas: Romina Malaspina, Sol Pérez y Celeste Muriega.
El ciclo es conducido por Gabriel Anello, y Rocío Oliva, última pareja oficial de Diego Maradona, es una de las panelistas. Buena parte del reportaje al ex arquero de San Lorenzo y Vélez, entre otros cuadros, lo llevó adelante el relator. Pero en un momento abrió el juego al panel. Y allí intervino la rubia.
Oliva le recordó a Chilavert que "en 2013, cuando se juntaron los jugadores más importantes y representativos, estuvieron a punto de hacerle frente a las autoridades del fútbol mundial". El ex jugador, que lleva adelante una encarnizada batalla en contra del presidente de la Conmebol, su compatriota Alejandro Dominguez, le respondió.
"¿Sabés qué pasa? Qué Maradona ahora arregló con la FIFA y es un servil de ellos, y Ruggeri trabaja en Fox, que es la dueña de los derechos de televisación de los campeonatos. Por eso ya no se quejan" dijo el ex golero del seleccionado paraguayo.
Cuando Oliva intentó repreguntar por la supuesta "ineficacia" de aquella reunión de ex futbolistas, Chilavert la cruzó por primera vez. "Perdoname, no sé dónde vivís, si todos los que denunciamos están presos. Fue fantástico, pero después cada uno tomó su camino y eligió lo que más le convenía. Nosotros seguimos defendiendo los derechos de los jugadores".
Chilavert fue un poco más allá. "Me encanta que defiendas a Maradona y a Ruggeri, pero somos totalmente diferentea. Los valores míos no tienen precio, esa esa la diferencia" disparó.
"A veces, como vos, existen muchos periodistas deportivos que dependen y necesitan de la Conmebol para vivir, yo no" le dijo Chilavert. "Yo tampoco, no es mi caso", devolvió Rocío.
Oliva no se iba a quedar callada, por supuesto. "O sea que ahora te quedaste solo en esto" agregó. Fue entonces que Chilavert explotó. "¡No. Estás equivocada! Yo estoy luchando defendiendo los derechos de los jugadores y de los clubes. No le temo a nadie porque nunca robé. Voy de frente, con los papeles y lo voy a demostrar con lujos de detalles".
Entonces, Chilavert volvió a ser incisivo. "Lo que pasa es que a veces, como vos, existen muchos periodistas deportivos que realmente dependen y necesitan de la Conmebol para vivir. Yo no". "No no, yo tampoco. No es mi caso" retrucó Rocío, rápida de reflejos y ya con un tono más enérgico.
"Por cómo los defendes... nada más" dijo Chilavert como dando a entender algo sin decirlo. Rocío tampoco se achicó: "Te hago una pergunta, nada más. Estás para que te preguntemos". "Y yo te contesto" dijo Chilavert. Oliva tuvo la última palabra. "¡Por eso, estamos en igualdad de condiciones! Gracias" le gritó.
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