Todo lo que rodea a Gran Hermano continúa latente en el imaginario colectivo. La casa más famosa del país se erigió en un fenómeno social y todos los que transitaron por esa experiencia modificaron su existencia. La versión 2015 no fue la excepción, ya en la órbita de América TV, y brindó famosos como Romina Malaspina, Marian Farjat, Maipy Delgado y Brian Lanzelotta. Ahí también dejó su huella Camila Cortese.
La joven de 27 años en ese entonces impuso su impronta, muchos la recuerdan por cierto humor chinchudo, aunque eso no refleja fehacientemente toda su personalidad. La oriunda de Haedo atravesó 38 días en la casa, con un retorno por repechaje, que terminó con su decisión de abandonar.
Al salir, la morocha se mantuvo un tiempo en el candelero, pero después prefirió regresar a su pasión, que se relaciona con la moda. Hoy disfruta del esfuerzo de emprender su marca, con su hermana, y un local hermoso en Ramos Mejía.
Paparazzi se contactó con Camila para adentrarse en su presente, recordar viejas épocas. En cuanto a las motivaciones que la impulsaron a ingresar en GH, Cortese develó una linda historia, con tintes fantásticos como su seguridad absoluta de ganarse el boleto a participar.
“Siempre miré Gran Hermano y me gustaba la idea de sentir esa adrenalina. Me acuerdo que lo veía y decía ‘yo quiero estar ahí’. Así que me anoté sabiendo que me iban a llamar, nunca tuve dudas de que iba a quedar, no sé por qué, pero lo sabía. Me gustaba la experiencia de estar encerrada en una casa con gente que no conocía y que te filmen 24 horas al día”, detalló.
Me gustaba la experiencia de estar encerrada en una casa con gente que no conocía y que te filmen 24 horas
Claro que ese disfrute sufrió una metamorfosis al terminar su paso por GH. “Cuando salí no se si me gustó tanto que la gente me conozca, que me pidan fotos. Hay personas a las que le gusta y permanecen en el medio, no era mi caso. Hoy la gente se sigue acordando, me hablan de cosas que pasaron dentro de la casa y me escriben”, narró.
Su camino laboral
Camila no se amilanó y persiguió su anhelo. Por eso se dedicó de lleno al universo de la indumentaria y caminó por diferentes senderos. “Arranqué con un showroom, tuve uno en Haedo, y otro en Ramos Mejía. Ahí se sumó mi hermana y nos abrimos un local. Le pusimos Lolita, está en la galería Naonis en Ramos, nos costó mucho, lo dejamos hermoso, es el más lindo”, describió.
Claro que la pandemia las indujo en dificultades, como a miles de argentinos. “Ahora está cerrado, estamos un poco tristes por no saber qué va a pasar”, contó. Aunque eso no la detuvo, por lo cual manifestó: “Seguimos vendiendo con el viejo método, tipo showroom, metiéndole todas las ganas, todo el esfuerzo. Vendemos por redes sociales y hacemos envíos”.
El corazón
Camila vive una historia muy especial en lo amoroso, un vínculo con particularidades, pero que encierra características de película. Cortese aseguró que está soltera, aunque su corazón tiene un dueño.
“Estoy sola, pero tengo mi amor escondido, que no sé si algún día se va a llegar dar. Nos vemos, está todo bien, pero nada formal. Nadie sabe que nos vemos, ni quién es. Es mi amor for ever. Este hombre sigue siendo la persona que me gusta, es un diez y todo lo que está bien, estoy súper enamorada”, explicó.
Nadie sabe que nos vemos, ni quién es, es mi amor for ever
Claro que esa cualidad de vínculo algo clandestino, hasta el punto de no contarle a nadie su identidad, despierta atención. “Nos dejamos de ver un tiempo, después volvemos a encontrarnos. Hay que dejar pasar el tiempo y ver qué sucede. Mientras disfruto de esto así como se da”, exteriorizó la morocha.
El único dato certero que se animó a ofrecer es que tiene diez años más que ella. ¿Quién será el afortunado?
La cuarentena
En el desenlace de la charla, Cortese volvió a ratificar su positivismo y su visión esperanzadora. Por eso, a pesar de las complejidades del aislamiento en lo laboral, Camila sostuvo: “Con ganas de volver abrir, de volver a vivir de eso, que es lo que me gusta. Me encanta comprar la mercadería para el local, es lo que quiero seguir haciendo. Aguardo a que pase todo esto”.
