María Fernanda Callejón vivió un momento de tensión, de mucha peligrosidad, dado que se enfrentó al llamado enemigo silencioso. Las fugas de gas de estufas pueden convertirse en un disparador de una tragedia, por suerte la actriz, su marido Ricky Diotto y su pequeña Giovanna evitaron la tragedia.
El sábado comenzó a propagarse la versión que la actriz, y su familia, habían sido víctimas de un episodio complejo, inesperado. Finalmente se confirmó que padecieron una intoxicación por inhalación de monóxido de carbono, provocada por un escape de una estufa.
Tenemos una intoxicación severa pero estamos fuera de peligro
La gravedad del estado de los tres integrantes de la familia implicó la derivación a la terapia intensiva del sanatorio La Trinidad. Incluso la pequeña de casi 5 años debió ser asistida por una cámara hiperbárica para que le suministrara oxígeno.
A pesar del enorme susto, la preocupación y la tensión, Callejón habló desde el hospital con Infobae. “Acá estamos los tres juntos, estamos bien. No da mucho para hablar, estamos internados. Pero estamos muy bien”, explicó con dificultad y claramente golpeada anímicamente.
La panelista de Polémica en el bar agregó: “Estamos intoxicados por monóxido de carbono. Tenemos una intoxicación severa pero estamos fuera de peligro”.
Colocamos una estufa nueva, con un gasista de confianza. Pero se ve que algo se filtró
¿Qué pasó?
Callejón logró ampliar un poco la causa de esta circunstancia tan difícil y narró: “Colocamos una estufa tiro balanceado nueva en casa, con un gasista matriculado de confianza. Pero se ve que algo se filtró”.
Asimismo, la bella actriz contó que hoy se acercará personal al hogar para revisar la instalación y corroborar cuál fue la falla.
Para cerrar, y arrojar tranquilidad, María Fernanda exclamó: “Gracias a Dios, estamos bien”.
Gracias a Dios, estamos bien
Este tipo de sucesos, relacionados con la intoxicación por monóxido de carbono provocan unas 200 muertes por año en el país. Este elemento posee características sumamente venenosas, no se detecta ni por el aroma, no se puede palpar y tampoco genera irritación en los ojos. A raíz de estas propiedades se lo conoce como el “asesino silencioso”.
En estas épocas invernales es menester comprobar el funcionamiento de los artefactos de gas, así como asegurar que los ambientes dispongan de una ventilación necesaria.