Calor, humedad, prendas pequeñas, bebidas heladas, vacaciones, playa, mar, sol, carnavales, amores cortos pero agitados, chaparrones de intensidad voraz, sensaciones térmicas temibles. A las habituales características de cada verano se le puede agregar una más: las tragedias que involucran a los famosos.
La muerte de Natacha Jaitt, sucedida esta madrugada en un confuso episodio en un salón de fiestas de Benavidez, al norte del conurbano bonaerense, se suma a una enorme lista de hechos luctuosos que involucraron a emblemáticas figuras del espectáculo en el período que va del 21 de diciembre al 21 de marzo, y que por sus connotaciones dejaron al país tan conmovido, sensible y preguntándose “Qué pasó” como hoy.
Algunos de esos acontecimientos que mezclaron lo farandulero y lo policial como si tratara de una maldición son los siguientes:
Un tiro mortal: en enero de 1980, Claudio Levrino era más famoso de lo que pueden ser, hoy, Nico Cabré, Luciano Castro y Esteban Lamothe juntos. Había protagonizado Un mundo de 20 asientos y disfrutaba los placeres de aquel éxito impresionante. Estaba con su mujer, Cristina del Valle, dentro del Ford Taunus con el que se movía de aquí para allá. En una esquina de Mar del Plata, accionando la pistola Beretta que había conseguido poco antes, se disparó en la cabeza en “un juego” que nunca nadie pudo entender. Agonizó un par de días en la clínica Pueyrredón, y falleció el 20 de enero. El país entero discutió y lamentó aquel suceso inexplicable.
Maldito balcón: Alberto Olmedo tenía 54 años y era, sin lugar a dudas, el “Maradona del humor” allá por 1988. Argentina había sido campeona mundial dos años antes con un Diego genial y único en la historia, y el “Negro” era el mejor de todos en el arte de hacer reir desde la tele y el teatro. Después de mucho tiempo de cuestionamientos, disfrutaba su gran momento. No toca botón era un suceso que seguían millones de personas cada semana y esa temporada teatral había quebrado todos los records. De verdad, es más probable conseguir ahora un dólar a 25 pesos que en aquella época enganchar una entrada para verlo y matarse de risa en vivo y en directo. La noche del 5 de marzo subió al 15to piso del edificio Maral para encontrarse con Nancy Herrera, su novia. Ella estaba embarazada. Olmedo se puso a jugar en la baranda del balcón, y cayó. Aún hoy, 30 años después, la gente lo sigue llorando.
La muerte golpeó un par de veces: Dos veranos marcaron a fuego la vida “post boxeo” de Carlos Monzón. En el de 1988, poco antes de la muerte de Olmedo, asesinó a Alicia Muñiz, pareja suya y madre de su último hijo, en una casa de Mar del Plata. Ya cerca de cumplir la condena por ese femicidio, encontró su propia muerte el 8 de enero de 1995 en una ruta provincial santafesina, a la altura de Santa Rosa de Calchines, cuando volvía a la cárcel tras una salida transitoria. Pudo con todos sus rivales, pero no logró noquear a la parca cuando su vehículo colisionó y dio un vuelco.
Lo tragó el mar: el primero de enero de 2003, Punta del Este recibió el año con un mar impiadoso. Una de las hijas de Marcelo Tinelli y una amiga suya decidieron meterse igual. Gabriel De Felice, un fotógrafo de la revista Caras que cubría la temporada y estaba apostado en la chacra esteña del conductor –en la zona conocida como La boyita petrolera-, vio que las chicas no podían salir y corrió en su ayuda. Las chicas fueron rescatadas, pero el hombre de prensa no. Falleció. Conmovido, Tinelli participó de su búsqueda y también de su velatorio.
Lo mató la moto: Norberto Pappo Napolitano es una leyenda del rock nacional que muchos consideran que murió en su ley: manejando su moto de gran cilindrada a toda velocidad en una carretera cualquiera. El 25 de febrero de 2005, con gran pesar, las tapas de los diarios informaron de la tragedia que se había llevado al ícono de la música.
El dolor de América: en principio se dijo que el trasplante pulmonar había sido exitoso, y que el post operatorio marchaba dentro de los carriles normales. Que si continuaba de esa manera empezaría a alimentarse en cualquier momento. Pero de golpe las buenas noticias desaparecieron y lo que continuó fue una lenta agonía que solo se detuvo en la muerte, el 4 de enero de 2010 en la provincia de Mendoza, del más grande de todos los tiempos, Sandro. Aún hoy se discute si había necesidad de someterlo a semejante intervención, teniendo en cuenta lo agravado que estaba su cuadro. Esos días en vilo y su entierro, con su féretro recorriendo buena parte de su amada Buenos Aires saludado por una multitud, son consideradas de las semanas más dolorosas de la historia popular argentina.
Excesos y final: la noticia sacudió por lo inesperada, por lo joven de quien la protagonizó, y por las circunstancias que la rodearon. El 5 de febrero de 2012, en el baño de un departamento, Jazmín de Grazia fue encontrada muerta como consecuencia de una “asfixia por inmersión”, pero como en la escena se encontraron pastillas de rivotril y un canuto para aspirar drogas se tejieron todas las hipótesis habidas y por haber.
Estudio fatal: El 6 de febrero de 2018, en el Sanatorio de la Trinidad de la Ciudad de Buenos Aires, a la periodista y política Débora Pérez Volpin le hicieron una endoscopia. Una simple endoscopia como le practican a miles y miles de personas por año. Un anestésico leve, 10 o 15 minutos con una camarita en el estómago, y chau. Pero tras una serie de complicaciones, Débora falleció, sumergiendo en una enorme tristeza tanto al mundo de los medios como al de los legisladores. Su trágico final, aún, no tiene responsables.
Jazmin de Grazia.
Sandro también falleció en verano. En la foto acompañado por Palito Ortega y Leonardo Favio.
Todos seguimos pidieron justicia por Debora.
Monzón falleció en la ruta en un accidente de transito.