Una de las bombas de esta cuarentena fue la separación de Laurita Fernández y Nicolás Cabré después de dos años de relación y convivencia. La pareja pasó varias semanas en aislamiento y, de un día para el otro, la bailarina abandonó la casa del actor y se volvió a su departamento. Si bien ya había rumores de crisis, Laurita confirmó en ese momento que “había amor” pero que elegían caminos separados. Un tiempo después, la bailarina contó detalles de cómo vivió el proceso de separación y cuáles fueron los verdaderos motivos.
En diálogo con Gente, la conductora del Cantando 2020 -que empieza lunes en la pantalla de eltrece-, finalmente contó que tomó la decisión de dar un paso al costado cuando el actor le reveló que tenía proyectos que no la incluían.
"Para mí él no era sólo un noviecito con el que vivía el hoy. Nosotros habíamos proyectado y entiendo que si uno lo dejó de proyectar y quiere otra cosa para la vida, es entendible. Yo sigo deseando lo mismo: tener una familia. Le deseo lo mejor y que encuentro lo que necesita hoy para su vida", confesó Laurita.
En ese sentido, Laurita explicó la importancia de haberse separado a tiempo: "Si él ya no quiere eso y no le interesa, es re valiosa su honestidad porque, de no ser así, más allá del amor, no estar de acuerdo más adelante nos habría hecho sentir que habíamos perdido el tiempo. Y también fue honesto de mi parte. La verdad es que él nunca me pidió que me amoldara a sus ideas. Mi idea sigue permaneciendo más allá de Nico y ojalá que conozca a alguien con quien poder cumplirlo".
"Nosotros habíamos proyectado y entiendo que si uno lo dejó de proyectar y quiere otra cosa para la vida, es entendible", contó Laurita.
A pesar de haber decidido ir por diferentes caminos, Laurita lo recuerda con mucho cariño: "Yo viví un amor maravilloso y que no había sentido antes. Y por el contrario, nunca me sentí frenada: encontré un compañero maravilloso con quien, de hecho, volvería a trabajar sin problemas".