Algunos se consuelan diciendo "cada vez falta menos", pero la realidad es que nadie sabe, a ciencia cierta, cuándo se irá el coronavirus, cuándo saldrá la vacuna que lo prevenga, el remedio que lo cure ni mucho menos cuándo terminará la bendita cuarentena que mantiene distanciadas a millones de familias en todo el país.
Salvo por circunstancias muy especiales, Jorge Rial pudo ver poco y nada a su nieto Francesco en los cuatro y meses y medio que llevamos de confinamiento. Considerado "grupo de riesgo" por algunos problemas coronarios que enfrentó en su momento, el periodista está tan guardado que ni siquiera va al canal: conduce Intrusos desde el living de su departamento.
Sin embargo, el hombre parece haberse hecho fuerte en la debilidad, y manifestó un mensaje de esperanza en medio del limbo que significa el estiramiento indefinido del encierro. Y lo hizo imaginando un momento de encuentro con su nieto, nada más y nada menos.
Cada vez que sube una imagen con su nietito, Rial parece otro. No hay ni un mínimo rastro de ese periodista incisivo y dispuesto a todo con tal de tener la mejor información. Se ve, más bien, a un hombre tierno, feliz, experimentado, dulce, alegre, sonriente, amigable, entrañable. Quizás sea la mejor versión suya que conocemos.
Esta vez, colgó un video en su cuenta de Instagram donde se lo ve recostado junto a Romina Pereiro, su esposa. Los dos están viendo un videito donde observan sonreír a Francesco, el hijo que Morena Rial tiene con Facundo Ambrosioni.
A los dos se las "cae la baba" por lo que están mirando. Pero sobre todo a Rial, que no puede contener la emoción ni los movimientos y actúa como si fuera un chico cuando observa a un amigo y sabe que lo espera un rato feliz de juegos y travesuras. La mano se le va para todos lados. La sonrisa también.
Después, cuando recuperó la compostura y todavía le duraba la felicidad, porque esa sensación reconfortante se mantiene horas y horas en el cuerpo de las personas, escribió "Cuando el amor te explota. Mi nieto tratando de imitarme. Nuestras sonrisas lo dicen todo. Somos unos abuelos felices. La distancia diuele, pero hará que el encuentro sea único".
Alguna vez hizo 50 puntos de rating con Gran Hermano. Muchas veces le contaron que Intrusos era el programa más visto de América. Otra cantidad enorme de veces lo consideraron el mejor conductor, el periodista más informado o el hombre más temido de la tele. En ninguna de esas oportunidades, a Jorge Rial se lo vio tan feliz como en este video.