A fines de junio, Marcelo Tinelli anunció a través de sus redes sociales su separación de Guillermina Valdés, con quien había compartido sus últimos ocho años y tienen un hijo en común, Lorenzo. La información no impactó tanto porque se hablaba hacía un tiempo de una crisis instalada en la pareja del máximo conductor de la tele argentina.
La crisis los distanció al punto de que decidieron tomarse un tiempo para reflexionar, para ver qué le pasaba a cada uno, y hasta se dijo que ambos tendrían candidatos y candidatas para reiniciar su vida amorosa. Pero el tiempo habló y, según pudo saber Paparazzi, el dirigente de San Lorenzo se esforzó y logró el acercamiento con la ex modelo. Pero, a última hora, Guille salió con los tapones de punta y dijo que todo es ciencia ficción. ¿Será?
A pesar que muchos habíamos confirmado que volvieron a ser pareja, que le dieron otra oportunidad al camino que venían transitando juntos y que esta vuelta había “resultado” porque la rubia había regresado a la casa del conductor de tevé, ¡nada de eso sería cierto!
LA MIRADA DE VALDES DE LOS PROBLEMAS
Aun son varios los pisos de por medio (14 para ser precisos) los que los tienen separados, pero siguen compartiendo el mismo lugar de residencia, las Torre Le Parc, sobre la Avenida Figueroa Alcorta, en el barrio de Palermo.
La vista que ofrece el contrafrente es de arboles de todos tamaños y variedades, el Río de la Plata y hasta la costa Uruguaya
Al vivir en distintos departamentos pero en el mismo edificio, el aislamiento que impone la cuarentena preventiva de Covid 19 fue fácil de “saltear” y no dependieron, pura y exclusivamente, del contacto telefónico. Pero, según Valdés, eso no habría servido para reconciliarlos.
Y ahora, con el vínculo más que extraño, Valdés pasa varias horas en los amplios metros cuadrados que compró en su momento Marcelo Tinelli.
"Como una pintura, la visión 360 que ofrece la altura del depto permite observar el cielo, a Guillermina le permite observar el cielo como testigo privilegiada"
Con look sencillo y casual en remera blanca manga corta y jeans, con todo el mobiliario perfectamente ordenados, es que la bella mamita de Dante, Paloma, Helena (fruto de su relación con Sebastián Ortega) y Lorenzo, mostró la imponente visión 360 que tiene el ventanal del piso, desde el contra frente, con vista al Río de La Plata -naturaleza con predominio de verde, árboles y pasto-, donde hasta se llega a apreciar la costa uruguaya y el firmamento en todo su esplendor.
