Las redes sociales llegaron para quedarse. Y a pesar de que en muchas oportunidades son una herramienta de trabajo y un medio para que los famosos puedan tener contacto con sus seguidores, en otros momentos suelen convertirse en una pesadilla.
En este caso, quien estaría sufriendo infinidades de mensajes es Ana Paula Dutil, la ex pareja de Emanuel Ortega, que decidió poner un candadito en su cuenta Instagram.
La red social más usada por los personajes de los medios tiene la opción de presentar el perfil tanto público como privado, siendo este último una manera de mostrar las fotos solo a las personas que uno aceptó como amistades previamente.
En este caso, quien optó por privatizar su red fue la ex esposa del cantante, después de que en los medios se diera a conocer la noticia de que Emanuel habría empezado un noviazgo hace algún tiempo atrás con la modelo Julieta Prandi.
A pesar de que Ortega y Ana Paula se separaron en agosto del 2018, hubo rumores de reconciliación un año más tarde que nunca llegaron a confirmarse. Además, la relación sigue siendo cordial entre ellos ya fueron pareja jundurante 20 años y son padres de Bautista e India.
LA RELACIÓN ENTRE ORTEGA Y PRANDI
El romance entre el hijo de Palito Ortega y Evangelina Salazar, con Julieta Prandi, comenzó hace aproximadamente cinco meses, y se supo que el fin de semana pasado, los tortolitos pasaron tiempo juntos en un campo que tiene el artista en Luján. Además, cabe recordar que él regresó de Miami a Argentina, país donde eligió pasar la cuarentena obligatoria.
En la tarde de este viernes 11 de septiembre, un poco tímida como siempre, Julieta admitió en exclusiva con Paparazzi que “sí, estoy con Emanuel. Es algo muy reciente y por eso no quiero decir mucho todavía. Estoy muy bien, pero no quiero contar tantos detalles acerca de quién dio el primer paso o cómo empezó la relación, pero estoy muy feliz”.
Por parte de Julieta, la modelo se separó a fines de enero de Guido Sardelli, músico de la banda Airbag, durante su temporada en Villa Carlos Paz; y desde ese entonces, entre ella y el cantante se produjo un intercambio virtual de likes y mensajes privados.
EL CAMPO DEL AMOR DE ORTEGA Y PRANDI
Sobre todo en las primeras épocas, cuando las famosas mariposas estrujan el estómago y encienden otras partes del cuerpo humano, las parejas de novios sueñan con encontrar “su nidito de amor“. Cuesta encontrar el calificativo que mejor describa al de Julieta Prandi y Emanuel Ortega. ¿Nidazo? ¿Nidón? ¿Súper nido? ¿El nido más grande del mundo?
Como sea, se trata del campo de la familia Ortega donde la modelo y ahora conductora radial y televisiva y el cantante escribieron los primeros compases de su sorprendente romance, revelado en las últimas horas de forma inesperada. Ella admitió que estaba de novia en el programa de Estelita. Guido Záffora aportó el nombre de él en Intrusos.
El nombre de la chacra le cae perfecto a esta historia: “Los pájaros“. ¿Dónde viven las aves? En su nido. ¿Qué buscan los enamorados, sobre todo en las primeras épocas de una relación? Otra vez: un nidito de amor. Pues vaya que lo encontraron. Hasta que ella misma le confirmó el romance a Paparazzi en exclusiva.
El imponente campo se encuentra en Luján y es propiedad de la familia Ortega hace una punta de años. Lo compraron cuando volvieron de Miami, en una década que fue muy próspera para ellos: los 90. En algún momento lo tuvieron que dejar, obligatoriamente: Palito fue ungido gobernador de Tucumán, su provincia, y hacia sus pagos rumbeó para manejar sus destinos.
Terminada la aventura política, decidieron que ese fuera su lugar en el mundo. Entonces, fue el propio ídolo de multitudes, rey de la música popular desde que expotara en El club del clan allá por los 60, el que puso manos a la obra y con un importante equipo e trabajo acondicionó la propiedad al gusto suyo y el de su esposa de toda la vida, Evangelina Salazar.
El trabajo de acondicionamiento del campo le llevó casi 7 años a Palito. Así le quedó: excepcionalmente linda. Con recursos y ganas, todo fue posible. Hasta hacerle un estudio musical por el que pasaron, una vez estrenado, los más grandes artistas de la Argentina. Y algunos de afuera también. Aquellos que conocen algo de música coinciden en el que el lugar “es un lujo, único, inigualable”.
“Está parte, donde ahora ustedes ven un estudio, era una casita de barro” les contó alguna vez a los periodistas de Clarín que le hicieron una nota allí. Hay consolas y equipos ultra modernos, pero también una inédita y colorida colección de tapas de discos de todas las épocas.