Para poder tener contacto directo con sus seguidores, una de las herramientas más utilizadas por los famosos es a través de las historias o vivos de Instagram. Y en este caso, quien decidió utilizar esta red social fue Wanda Nara, para responderle algunas dudas a sus followers.
Utilizando el bloque de “hazme una pregunta”, la mediática eligió algunas de las consultas de sus fans y sin dudarlo, respondió extensas respuestas que publicó para sus más de siete millones de seguidores.
Una de las incertidumbres que surgieron fue con respecto a la supuesta denuncia que le habría aplicado una organización no gubernamental italiana por haber hecho que uno de sus hijos le sacara fotos en bikini y con una posición sensual, declarando que la influencer estaría “sexualizando al menor”. Ante ese rumor, Wanda apuntó: “No me hicieron ninguna denuncia de nada. Otra mentira más de las tantas…”
Sin embargo, cambiando rotundamente de tema, la pregunta que más le llegó a Nara fue si volvería a vivir a Argentina, y sincera, respondió: “Esta pregunta se repite mucho. Me fui hace 12 años, mis hijos son todos italianos, es difícil imaginármelo. Pero todo puede suceder. Yo me lo puedo imaginar porque amo a mi país. Mis hijos no tanto porque crecieron en Europa pero creo que para ellos podría ser diferente. Pero son nenes que están acostumbrados a todo, se adaptan a todo y les inculqué el amor y respeto por Argentina”.
Además, la mediática no se privó de hablar sobre su pareja Mauro Icardi y reveló algunos datos curiosos sobre sus parejas pasadas. Ante la consulta de “¿hace cuánto estás casada?”, Wanda escribió: “Siete años, pero prácticamente siempre estuve casada. Mis cuatro novios que tuve en mi vida, me propusieron con anillo casamiento”.
Y, dejando entrever un palito para Maxi López, Nara reveló que fue lo que más la enamoró de Icardi, y lo defendió de todos aquellos que lo tildaron de “no tener códigos” por estar con la ex pareja de su amigo: “La personalidad, la sinceridad. No podría vivir con un hombre que se muestra de una manera y es de otra. Un hombre seguro que no le importa la opinión de la gente, que vive del que dirán. Él es correcto de naturaleza, no vive dando explicaciones, hace lo que siente que es lo mejor y sus códigos empiezan y terminan en casa”.