Florencia Peña (45) forma parte de esos actores que muestra con orgullo su vida. Habla de sus hijos Juan Tomás y Felipe. Habla de su pareja, el abogado salteño Ramiro Ponce de León. Abre sus redes y deja ver un poco de su intimidad…
Pero esta vez, en diálogo con el canal de cable Ciudad Magazine, la actriz respondió algunas preguntas cuyas respuestas son desconocidas para los espectadores. Se sometió a un ping pong, en el que habló de todo.
Sentada en el living de su casa y mirando a cámara, la talentosa actriz respondió ¿cuál fue el fracaso que más le dolió? Y cuando podía esperarse que hablara de algún que otro trabajo, ella se despachó con una inesperada respuesta.
"Haberme divorciado pensando que se había disuelto ese sueño de tener una familia", señaló como el fracaso que más le dolió.
“La familia. Haberme divorciado pensando que se había disuelto ese sueño de tener una familia. Pero finalmente me di cuenta que no era así, que eso yo ya lo había construido y era para siempre”, sorprendió al referirse a su divorcio del músico Mariano Otero, padre de sus hijos mayores.
Respondió después cuál es su mayor miedo. Sin dudar, habló de sus chiquitos. “Que le pase algo a alguno de mis hijos”, dijo sin dudar. Después se refirió a esos cafés que tiene pendientes. “Tengo muchos cafés pendientes, tengo que hacerme más tiempo para tomarme esos cafés pendientes”, admitió.
Dentro de sus tocs reconoció entre risas: “Perder las llaves del auto, nunca se donde las puse”. Admitió además que tiene muchas cábalas. “Sobre todo en el teatro, pero las voy armando según la obra, según mis compañeros”, dijo. “En la vida no tanto, pero en el teatro sí”, explicó.
Entre lo que Florencia Peña no perdonaría, indicó: “Que no sean honestos. Me gusta tener relaciones de verdad, que podamos ir a fondo con lo que nos pasa. La deshonestidad no me gusta”, dijo de manera firme.
“Perder las llaves del auto, nunca se donde las puse”, indicó como uno de sus tocs.
Y para finalizar se refirió a sus mejores y peores características. “Lo mejor que tengo es mi intensidad y eso también es lo peor. Porque Es como el amor y el odio. Es lo mismo, pero en distintas frecuencias”, lanzó.
“Soy intensa en el mejor de los sentidos. Soy profunda, soy honda, y cuando estoy para atrás esa intensidad puede llegar a ser mortal, pero bueno, estoy más grande y la estoy manejando mejor”, cerró.