Tristemente célebre. Celeste Burgos adquirió relevancia mediática por una situación negativa, con el escándalo de tamaño sideral del diputado salteño Juan Ameri. La joven protagonizó las imágenes que surgieron en la sesión virtual de la Cámara de Diputados.
La nacida en Salta, de 25 años de edad, fue la mujer que se sentó en las piernas del legislador a quien le bajaron la prenda para dejar el pecho al aire y recibir el beso. Una circunstancia muy comentada y que generó la renuncia del dirigente político.
La joven estaba en un buen momento al conseguir un título en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Salta y proyectaba continuar sus estudios en Turismo y Mutualismo, aunque en la casa de estudios de San Salvador de Jujuy.
Esta polémica de magnitud nacional e internacional le generó consecuencias inmediatas a Celeste, que en primera instancia decidió rápidamente cerrar todos sus perfiles sociales. Así, la joven cerró sus redes para evitar que la insulten, la persigan y utilicen sus imágenes para el escrache.
Apenas se divulgó la horrenda noticia del episodio en la sesión de diputados, Burgos ingresó en shock e ingresó en una estado de crisis nerviosa profunda. Ya lo había anticipado un poco Ameri, que en diálogo con distintos medios, en su intención de justificarse, soltaba que su novia estaba muy mal y afligida.
Claro que Celeste fue víctima de una fake news, porque a los minutos de conocerse la noticia, en las redes sociales comenzó a desperdigarse la supuesta información que oficiaba como asesora de Ameri y que el Congreso le abonaba un sueldo cercano a los 150 mil pesos. Estos datos provocaron que raudamente la tildaran de ñoqui, e incluso muchos medios se hicieron eco de esta versión. Con lo difícil que es desmentir una oleada de publicaciones.
En ese aspecto, la Cámara de Diputados de la Nación emitió un comunicado en el que ratifica que Burgos nunca fue empleada de Ameri. Aunque el daño ya estaba hecho para la salteña.
Todo este combo explosivo de repercusión, de insultos en las redes, de horas en la pantalla de todos los canales y demás tsunami del caso, generó que Celeste no pudiera dominar sus nervios. De esta manera, la joven tuvo que caer en manos de los profesionales, dado que medios de la provincia norteña confirmaron que inició un tratamiento psicológico.
Por el momento, la chica del video de contenido sexual durante una sesión de diputados debe transitar por diversas prácticas para tratar de calmar sus nervios, su agobio y desesperación por todo este episodio.
