Hace una década que Florencia Bertotti (37) se separó de Guido Kaczka (42) y que el hijo de ambos, Romeo (12) pasa tiempo con cada uno de ellos. Sin embargo, la actriz no se acostumbra y cada vez que él se va con el conductor del programa Bienvenidos a bordo, ella padece.
Esta vez, después de despedir al nene que fue a pasar el día con su padre, la actriz hizo una pequeña catarsis en su cuenta de Instagram y habló de sus sentimientos durante esos días.
"Me hago planteos maternos extraños, me pega el bajón, pero bueno, después se me pasa", reveló la actriz.
"¡Hola! ¡Feliz domingo! ¿Cómo están? Feliz domingo a los que estén teniendo uno así...”, empezó. “Yo no estoy teniendo el mejor porque domingo por medio me pega un poco el bajón cuando se me va el pollito, y estoy un rato así, acomodándome", les reveló a su millón 600 mil seguidores. "Me hago planteos maternos extraños, me pega el bajón, pero bueno, después se me pasa", continuó Florencia Bertotti un poco angustiada.
Después, con su mensaje empatizó con aquellas mujeres que transitan la misma situación que ella. "Es así, las mamis que tienen hijos que van y vienen me sabrán entender. Les mando un besito a las que les cuesta más y a las que están más acostumbradas también", dijo.
"Lo más importante es saber que ellos están bien, que disfrutan, que se divierten y nosotros contaremos los minutos acá", agregó consolándose.
"A mí a veces me cuesta la verdad, es como... No se, es un tema, pero bueno... Nos acompañamos en el sentimiento y busquemos el lado positivo", detalló. "Lo más importante es saber que ellos están bien, que disfrutan, que se divierten y nosotros contaremos los minutos acá", siguió la actriz en pareja con Federico Amador, con quien le gustaría ser mamá.
Y para no dejarse caer, la actriz de Floricienta decidió comer algo rico y así levantar su ánimo. "Para paliar este domingo me hice una ensalada de lechugas, nueces, roquefort y huevo frito", compartió acompañando su plato con las papas al horno y chupetines de pollo con salsa brava del día anterior. "¡Con esto levantás un muerto! Como digo yo, hay que gestionarse la felicidad y si estamos bajón nos lo permitimos, pero tampoco nos tiramos al sótano", concluyó.