Desde que la pandemia golpeó con su fuerza contagiosa y fatal, al fútbol se juega más en los medios que en las canchas. El campeonato local está parado desde marzo, y al puñadito de partidos que disputaron los equipos argentinos por la Copa Libertadores y el seleccionado por las eliminatorias se contrapone la avalancha de programas con los que los canales, las radios, los diarios y los sitios webs hicieron malabares para enfrentar semejante ausencia de actividad.
Hace un mes, ESPN provocó un terremoto en el mundo mediático futbolero: incorporó una serie de figuras que podría llamarse "el seleccionado de la tele". Mariano Closs, el Pollo Vignolo, Gustavo López, Diego Latorre, Oscar Ruggeri, Marcelo Benedetto y Fernando Niembro son sólo algunos de los nombres que se sumaron a una emisora que ya contaba con Miguel Simón -un histórico de sus transmisiones- y con Alejandro Fantino, quien había desembarcado un tiempo antes. Para que se den una idea, algo así como que un equipo reúna en sus filas a Messi, Neymar, Cristiano Ronaldo y el francés Mbappé. La creme de la creme.
Ante la atenta y algo sorprendida mirada de los nuevos (Closs, Niembro, Latorre y Benedetto), los dos que eran "de la casa" se trenzaron en una feroz disputa en la noche de ayer, cuando compartieron con ellos la mesa de "Espn FC", que los lunes pretende activar "los debates más calientes en la historia del periodismo deportivo". Fue tan fuerte el cruce de chicanas que Simón amagó con abandonar el barco y presentar la renuncia. Fantino lo calmó, pero nadie sabe si la semana que viene ocupará la silla.
Fantino le reprochó a Simón algo que dijo en un reportaje que le hicieron. La discusión arrancó tranquila, pero fue ganando intensidad y terminó de explotar tras los aportes de Mariano Closs y Fernando Niembro. Fue entonces que Simón dejó abierta la posibilidad de dejar el programa. ¿Qué pasará?
La discusión no giró en torno a una jugada, a un cambio, a un gol, a una estrategia o los aciertos o chambonadas de un entrenador. En un momento del programa, Fantino le reprochó a Simón, a quien todos llaman "Miguelito", una frase que dijo en un reportaje que le hizo "Enganche", el suplemento deportivo del diario Página 12. En la nota, Simón aseguró que "Fantino y yo vamos por calles diferentes" y que "yo no podría hacer lo que hace él, que además lo hace perfecto, y es probable que él no pueda hacer lo mismo que hago yo".
En su condición de líder del ciclo, Fantino tomó la palabra y le preguntó a Simón si consideraba que su trabajo era menor por considerarlo "conductor y no periodista, como si decís que sos vos". La respuesta se dio dentro de los carriles de una charla medianamente tranquila, aunque estaba claro que la tensión iba en aumento y que el momento era incómodo para ellos y para el resto de la mesa, donde ninguno es un "nene de pecho". Más bien, todos están acostumbrados a los escándalos y a las peleas.
La insistencia de Fantino no quebró la resistencia de Simón, que siempre se mantuvo en su postura de diferenciar la tarea que desarrollan ambos. Los dos discutieron fieles a su estilo: el santafesino fue picante, punzante y agresivo, y Simón, mucho menos conocido para el gran público, dio sus explicaciones de manera didáctica y serena.
Closs coincidió con Fantino en que "muchas veces se encasilla y se discrimina a los relatores como si no pudiéramos dar una opinión" y Niembro extendió la queja por la descalificación a todo el periodismo deportivo. "A Morales Solá o a Lanata no se les dice periodistas politicos, se les dice periodistas. A nosotros nos dicen periodistas deportivos como si fuéramos menos" argumentó el polémico y fallido ex candidato a diputado.
Curiosamente, a la opinión de la dupla Niembro-Closs no la sobrevino un buen momento sino el instante más fuerte de la pelea. Sucedió cuando Fantino le dijo que "me ha pasado de recibir cierta ninguneada y yo vivo de ninguneada en ninguneada" y ni siquiera pudo terminar la frase. Simón lo paró en seco y le dijo "Pero te aclaro algo, si vos crees que yo te ninguneo, tenés que hablar con la producción o me lo decís a mi y yo no tengo nada que hacer acá. No tengo nada que hacer acá".
"Es sencillo. No tengo mucho más para hacer acá si vos crees que yo te ningunee o si cada vez que te doy un dato voy a ningunearte. Vos sabés qué hacés muy bien como conductor. Y Vos sabés donde raspar y donde no raspar, como Fernando también en su momento lo sabía hacer. Me molesta... no, me asombra, voy a emplear quirúrgicamente las palabras. Me asombra que vos leas como gran conductor una simplificación de tu tarea o de lo que sos en el medio" remató, visiblemente molesto.
"Sos el número uno, te admiro como profesional y quiero laburar toda la vida con vos" le dijo Fantino. Desués le hizo algún chiste y sonrieron juntos, pero se trataba de una risita nerviosa más que una carcajada genuina. Por el momento lo calmó, pero está claro que las cosas no serán como siempre y que la relación pudo quedar "lesionada". Porque en las canchas no pasa nada. Solo crece el pasto. y se oye al silencio. Pero en la tele hay partidos que se juegan todos los días, o todas las noches.