La adicción a la cocaína llevó a Jorge Montejo, conocido por el público como Paolo, el rockero, a transitar momentos muy oscuros. Después de haber conocido el éxito y la fama en los años ’80, el humorista quedó encerrado en una adicción que lo llevó a perder todo y a permanecer internado en un neuropsiquiátrico. "Aquellos tiempos de oscuridad fueron un desastre, perdí mi trabajo y mis cuatro Harley Davidson", le dijo sin vueltas a La Nación.
El pase al difícil mundo de la droga dice que lo obtuvo tras sufrir un traspié amoroso. “Me había dejado una chica que amaba mucho y con la que salí desde 1988 hasta 1993. Me sentí mal, vi a unos chicos que estaban haciendo eso y probé. Un amigo me dijo: ‘Jorge, mirá que esto te puede hacer perder todo’, pero no le di bola”, contó.
"Aquellos tiempos de oscuridad fueron un desastre, perdí mi trabajo y mis cuatro Harley Davidson", recordó Paolo.
Fue entonces cuando recordó cómo fue que llegó a internarse. “En un momento dejé de tomar la medicación y eso me dio un pico maníaco, vamos a hablar sobre eso también. Antes, el tema de la droga era un tabú, pero hoy en día hablás sobre eso y puede ser un consejo para la juventud”, evocó.
“Las internaciones empezaron en 1999 porque me mataban con las pastillas, me babeaba por la boca”, siguió. “El problema que me llevó a perderlo todo fue la cocaína, así que aconsejo a los chicos que no se agarren de eso, es terrible. Pero ya pasó, prefiero quedarme con los lindos recuerdos”, reflexionó.
Hoy, a los 62 años, vive en Tandil en compañía de su acompañante terapéutico, ciudad en la que también habitan su papá y su hermano. Su hijo, Juan Agustín, está radicado en Estados Unidos, desde donde sigue de cerca la recuperación de su padre.
Pasa sus días componiendo canciones, que comparte en su canal de Youtube, y creando nuevos personajes. Tal vez alguno de los nuevos llegue a ser tan entrañable como el inolvidable Paolo, el rockero.