Andrea Estévez recurrió a ayuda terapéutica para Hannah, su pequeña hija, y le recomendaron que la vincule con una imagen masculina a partir de la ausencia, desde los tres meses de vida, de su padre, Juan Manuel García. En Confrontados, por El 9, la actriz habló de los logros judiciales conseguidos después de mucha lucha y de cómo está resolviendo la ausencia del vínculo.
“Con mi abogada pedimos el pase del caso a otro juzgado y se dio. Y eso facilitó un montón de cosas, entre ellos el cambio de una cuota de alimentos que estaba desactualizada (pasó de 25 a 60 mil pesos más los 14.000 de la obra social) hacía dos años y acelerar el proceso de comunicación, que ya va a ser vía mail y vía WhatsApp y no a través de cartas documento, que generan un valor extra porque hay que mandarlas a Estados Unidos, donde está radicado el”, arrancó la mamá.
"Tengo mis dos mejores amigos como para poder darle alguna imagen masculina, porque le hace bien a su vida", contó Andrea.
“Siempre tengo esa mínima esperanza de que tome interés en la vida de su hija. Ojalá suceda el 8 de noviembre en la mediación como para llegar a un acuerdo por los dos años de cuota de alimentos adeudados y demostrar que, de alguna manera, su hija y su bienestar también le interesan. Con la ausencia lo único que demuestra es que no le interesa su hija y el perjuicio para con ella es terrible”.
“Creo que, por el momento, no se va a ocupar de su hija. Las últimas palabras que había tenido con él y escuchando su forma de pensar fueron ´bueno, cuando tenga cuatro años le llevo un regalo y ni se va a acordar cuando ella era chiquita que yo no estuve´, ya desde ese punto de vista… Los primeros años de vida de los chicos, son los más importantes en la formación de su seguridad, capacidad, de su forma de ser, no es que no se acuerdan nada el día de mañana, es la formación de toda su vida, así que decir eso es una bestialidad”, confió Andrea.
"Lo consulté con una psicóloga y ella me dijo que, de esa manera, lo podíamos llegar a resolver", compartió Estévez.
“Hannah no pregunta por el papá porque nunca conoció un papá. Ella tenía tres meses la última vez que lo vio. De hecho, he pasado alguna foto y no lo reconoce, no tiene ni idea. Si, por supuesto, yo me encargo que, aparte de estar conmigo y con mi mamá, mi hija vea a su tía o a un amigo. Tengo mis dos mejores amigos de la vida como para poder compartir, también, con alguna imagen masculina, porque le hace bien a su vida”.
“Yo lo consulté a esto con una psicóloga porque, por supuesto, hay una pata que le falta a mi hija, que es un papá, y es un hombre en su vida. Lo consulté y ella me dijo que, de esa manera, lo podíamos llegar a resolver. Que tenga gente de sexo masculino cercanos en fusión de tíos”, compartió Estévez.