Pareció hecho a propósito. Porque mientras los videograph decían "Continúa la tensión en el campo de los Etchevehere" y "Crece la tensión en el campo de los Etchevehere", donde verdaderamente "explotaba la tensión" era en la pantalla de A24 con Facundo Pastor y Eduardo Feinmann discutiendo sobre ese entuerto judicial que tiene en vilo a la provincia de Entre Ríos. La cosa se puso tan espesa que Feinmann decidió abandonar la disputa al irónico grito de "Tenés razón Pastor, vos sos el periodista y yo soy el pelotudo" en el final de una pelea tremenda y bochornosa que aquí repasaremos paso por paso.
A las 10 de la noche, en esa señal que pertenece al Grupo América, el final del programa de Feinmann coincide con el comienzo del envío de Pastor, lo que llevó a las autoridades de la emisora a decidir "un pase" entre los dos. Pésima idea: salvo en la condición de abogados, uno y otro no coinciden en ningún pensamiento, algo que queda en evidencia cada vez que hablan. La mayoría de las veces la cosa se resuelve de manera graciosas, pero ayer no. Ayer el asuntó se fue poniendo ríspido hasta que derivó en una batalla sin cuartel.
Uno de los temas del día era la disputa entre los hermanos Dolores y Luis Etchevehere por la posesión de una enorme y muy productiva porción de tierra ubicada en una localidad entrerriana llamada Santa Elena. Actualmente, Dolores se aloja en el campo junto a unas 50 personas pertenecientes a organizaciones sociales mientras su hermano y sus "seguidores" tienen "sitiada" la propiedad, que está en proceso de sucesión. En primera instancia, la justicia rechazó el desalojo.
"Como hombres de derecho que somos tenemos que esperar que decida la justicia, estas cosas no las vamos a resolver nosotros en la televisión, no te enojes" le dijo Pastor, a quien de golpe se le borró la sonrisa y cambió el tono.
En el estudio había dos posiciones completamente contrapuestas. Con su estilo picante y agudo, Feinmann trataba directamente de "delincuentes" y "ocupas" a quienes están en el campo, y pedía "echarlos de una buena vez, como corresponde". Mucho más medido, Pastor se pronunció a favor de "respetar lo que decida la justicia como hombres de derecho que somos, y hasta el momento el juez rechazó el desalojo".
En el entrevero de opiniones, Feinmann dijo que el juez que había decidido eso era "un burro" y empezó a chicanear a Pastor. "Yo a vos te veo a favor de estas actitudes, te lo tengo que decir. A vos te veo cómodo con este país, creo que es el país que vos querés" le escupió en la propia cara. Algo sorprendido y desacostumbrado a este tipo de situaciones, a Pastor se le desdibujó la sonrisa y ya con gesto serio le preguntó "Pero qué querés decir con eso, ¿cuál es el país que yo quiero según vos?".
"A vos te veo cómodo con estas actitudes y con este país, Pastor. Y te lo tengo que decir. No se puede defender a los delincuentes" le saltó Feinmann a la yugular.
"Es una vergüenza, Pastor. Acá está la escritura. Acá está la firma de Dolores cediendo el campo. Acá la tenés, mirala. No podés defender a los delincuentes. A vos el mismo juez te dijo que no sabía nada del tema. No podés, no podés" le dijo un Feinmann ya muy enojado, a lo que Pastor también respondió: "Estas cosas se deciden en la justicia y no en la televisión, Eduardo. Eso es el estado de derecho".
"¡¡A mi no me vengas a dar clases!!" lo frenó Feinmann, quien se sacó y le dijo "Debo tener un mal día, Pastor. Pero quedate tranquilo que acá vos sos el periodista y yo soy el pelotudo". Pastor se atajó "Yo nunca dije que sos un pelotudo, de dónde sacaste eso...", pero Feinmann retrucó "Eso es verdad, nunca lo dijiste, pero lo pensás. Chau". Agarró las cosas y se fue. Cansado ya del tema, Pastor también lo despidió cortante y siguió con su programa.
Los videograph ya no decían nada. No hacía falta. La tensión ya había explotado.