Recostado en una cama y con dos drenajes de sangre que le colgaban a cada lado del cuerpo, envuelto en lágrimas, dolorido, molesto y convaleciente de una reciente operación en los riñones, Mariano Caprarola contó el drama que vive con su salud y culpó al cirujano plástico Anibal Lotocki de todos sus padecimientos. "Casi me muero, de milagro no terminé en una silla de ruedas" contó el analista de modas y de indumentarias, que brindó detalles espeluznantes de su cuadro clínico.
Una simple pregunta de Angel de Brito -Caprarola le dio una nota, desde su casa, a LAM- fue suficiente para que el panelista de La Jaula de la Moda se largara a contar una interminable catarata de padecimientos que sufre, según sus palabras, "desde hace 10 años que fui a lo de Lotocki y en vez de sospechar porque todo era raro e irme, me quedé y me apliqué un tratamiento. Lo que me puso fue una sustancia tóxica".
"¿Cómo estás?" le preguntó el conductor de ese ciclo y del Cantando 2020. Carparola arrancó y ya no hubo manera de frenarlo. "Casi me muero, Angel. Esa es la verdad. Hace seis meses empecé a sentir síntomas tremendos, el líquido que me puso me causó una calcemia tremenda y me lleno los riñones de cálculos, entonces por ejemplo me invitaban a tu programa y yo no podía ir porque todo el tiempo me estaba sacando las piedras".
Los médicos que me operaron me dijeron que al cortar lo que tenía, el ruido era el ruido que hace el plástico. Me contaron que era muy fuerte eso. De esa sustancia que es tan tóxica y que se usa en cantidades muy mínimas, extremadamente mínimas, yo tenía un litro en cada cachete".
"Los dolores de ciático que me provocaba esa calcemia eran tremendos, pero por suerte en la tomografía salió que no había tomado al nervio porque sino iba directo a una silla de ruedas. La calcemia era muy grande. Muy grande. Yo en su momento no conté quién me había operado por miedo, pero después cuando te das cuenta que tenés una familia y que hay amigas operadas y decís "esto tengo que contarlo"" agregó el especialista.
"Este médico que se llama Aníbal Lotocki me puso una sustancia que es una siliconas con polímeros. Me daba vergüenza contarlo, pero ahora me animé. Desde hace 8 años busco la solución en todos lados del mundo, y no hay. Me empezaron a aparecer cálculos, entonces me descubrieron la calcemia. Yo estaba todo el tiempo cansado, y en un momento me internaron. Entonces mi doctora me dijo "no podemos llevarte tantas veces a sacarte cálculos", y al estudiarme en profundidad me encontraron que tenía esta sustancia tóxica desparramada en el cuerpo" manifestó Caprarlola, ya al borde de las lágrimas.
"Y después descubrimos el "Mal de Asia", el síndrome de Asia, que puede casuar desde llagas sangrantes en todo el ceuerpo hasta perder la visión. Es como tener HIV sin tenerlo. Te baja las defensas y te morís de un día para el otro. No hay medicación para eso, no hay. Es solamente leerlo y enterarte. A mi después de la operación me dijeron "estás a salvo", es tremendo, es la nueva lepra" se lamentó.
Después, elaboró una dramática lista de síntomas que tuvo: "Empezás a tener ardor en el pito, dolor en los riñones, insuficiencia renal. Me salvé de lo que le pasó a mi querida amiga Silvina Luna. Ella se sentó en el living de Susana y lo contó, no es que estoy revelando algo que no se sabe. Este síndrome está ciento por ciento vinculado a esa sustancia tóxica que me pusieron"
"Los médicos nunca te van a decir que es una persona que le quita vida a la gente, pero es así. Yo tengo colgados drenajes a ambas parte de mi cuerpo. La operación duró 6 horas y me lograron sacar todo. Es un único médico que lo hace en la Argentina, y me dijo que cuando ellos abren y van cortando es el ruido del plástico, es un ruido inexplicable. Yo tenía un litro en cada cachete, cuando los médicos, si lo usan, lo usan en una expresión mínima" siguió Caprarola.
"Por ejemplo fui a participar del programa Mamushka y tuvieron que frenar un montón de veces las grabaciones porque por la tremenda calcemia que tenía me subía la presión todo el tiempo. Era una locura, una cosa inhumana. No se puede vivir así, ni con el miedo a que me pase algo ni con el temor a decir las cosas y sufrir algunas represalías".
