A un año del nacimiento de su primera hija y de la posterior crisis de pareja, Adabel Guerrero terminó de equilibrar su realidad. Las preocupaciones de más –o no tanto– que tuvo durante los primeros meses de vida de Lolita, su hermosa hija, y las dificultades con Martín Lamela que derivaron en una casi separación, quedaron atrás. La directora artística se animó a la primera salida con su amor, a un estreno teatral.
Precavida y organizada, ultimó los detalles para que la beba quedara bajo el cuidado de su cuñada. “Estoy probando, de a poco, dejar a la nena por ratitos. La idea es dejarla una vez por semana para que la beba se acostumbre a quedarse un par de horas sin sus papis. Sé que en lo de mi cuñada la pasa bien porque está con los primos y con un perrito con el que se pone a jugar. Aparte, mi cuñada la ama y la tiene encima”, detalló. “Lo bueno es que se recupera ese espacio de salidas solos. Lo ideal hubiese sido del estreno irnos a comer juntos, pero no me animé a dejar tanto tiempo a Loli. Son los primeros pasitos que estamos dando para que se acostumbre. Implica empezar a movernos y tener charlas con otras personas sin que la nena esté en el medio. Como es cada vez más grande, requiere más atención y es difícil tener una conversación”, reconoció.
Adabel Guererro y Lamela le dijeron chau a la crisis
Adabel junto a Lola
