Era cierto nomás: Martín Baclini está dibujado. Pero no porque su participación en el resbaladizo mundo de la farándula esté vinculado exclusivamente a sus ex parejas -como se decía- sino porque se hizo un tatuaje impresionante que le cubre casi toda la espalda y que explotó en las redes sociales. El empresario, que acaba de ser eliminado del Cantando 2020 al perder en todas las instancias del denominado "Super duelo", volvió a ser noticia pocas horas después por la obra de arte que le hicieron en el dorso de su cuerpo.
Baclini mostró el "lado b" de su físico al subir una serie de historias a su cuenta de Instagram. En la primera se le ve la espalda libre de cualquier trabajo o ilustración. Solo hay piel quizás con algún lunar, pero nada más. En la siguiente se observan un par de manos -las del tatuador- trabajando a destajo sobre su cuerpo, en lo que representa un gran avance del laburo.
En la tercera y última, la imagen de la faena casi completa es realmente impactante: el 70 por ciento de su espalda aparece cubierta por un rostro en el que se destacan rasgos prácticamente perfectos, una sombra que destaca el contorno y una especie de torre con una escalera que desemboca en esa cara.
Baclini, que volvió a Rosario para entregarse a las manos del artista -en esa ciudad nació, vive cuando se aleja del espectáculo y edificó su fortuna como propietario del bazar "El palacio de la oportunidad"- le agradeció varias veces y destacó en una serie de oportunidades al tatuador, Ezequiel Viapiano. "En las mejores manos, estoy muy feliz. Gracias por todo" escribió el empresario, que saltó a la fama por su relación con Cinthia Fernández y luego la multiplicó al vincularse con Agustina Agazzani.
Las dos relaciones, sin embargo, fueron muy distintas para él. Con Cinthia fueron pareja y hasta ensayaron una convivencia que al cabo de un año y monedas no funcionó. La separación fue escandalosa, pero todo el tiempo sobrevuela sobre los dos la sensación de que "algo hay" todavía y que en cualquier momento pueden volver. Con Agazzani, en cambio, salieron poco tiempo y después de romper se dijo que ella se había quedado con un dinero (30 mil mangos) que él le había facilitado.
"Así empezamos, gracias por la paciencia" escribió el tatuador para reconocer que el hombre de negocios se aguantó sin grandes reclamos tantas horas con las agujitas repiqueteando sobre su piel. Con el diseño ya avanzado, Baclini volvió a las redes para rendirle un tributo a semejante labor. "No dejás de sorprenderme" escribió el muchacho, quien de alguna manera se sacó la bronca por haber quedado afuera del certamen de canto, del que se imaginó llegando a instancias finales.
