Pasaron 62 días desde el debut de Luisa Albinoni en el Cantando por un sueño. Parece poco, pero en la farándula puede resultar una eternidad. Según Angel de Brito, desde el 16 de septiembre a hoy se resquebrajó casi por completo la larga amistad que la unía con Carmen Barbieri, a quien reemplazó por sus problemas de salud cuando faltaba menos de una semana para que empezara la primavera.
En aquel momento, Carmen padecía un molesto y doloroso herpes facial que le había deformado una parte de la cara y prácticamente le impedía mover la otra mitad. La comediante recurrió a sus redes sociales para compartir con la gente su padecimiento, y para dar una noticia poco frecuente en una artista tan cumplidora como ella: hasta tanto no solucionara el inconveniente no podría volver a la pista del Cantando.
Hubo dudas, marchas, contramarchas, algunos cabildeos y una decisión que pareció acertada: hasta que Carmen pudiera volver cantaría por ella Luisa Albinoni. Su debut hizo emocionar a los jurados, a los conductores, a los otros participantes y también al público. Los números del rating fueron buenos y la producción la tentó para quedarse definitivamente.
Carmen se curó y por fin pudo regesar al certamen que conducen De Brito y Laurita Fernández. Se encontró con competidores conocidos, con algunos nuevos (hubo muchas incorporaciones en lo que va del ciclo) y también con Luisa, que ya no era quien debía defender su continuidad sino que se había transformado en una rival más.
Hasta ahí, todo normal y como de costumbre. Pero según contó De Brito primero en Los Angeles de La Mañana (Canal 13) y después en El Espectador (CNN Radio), los otros dos programas que conduce, su amistad de vieja data fue perdiendo consistencia y solidez a medida que pasaron las galas y se generaron algunos desencuentros, que prefirió no revelar.
