En la noche del miércoles, mientras se aguardaba el inicio del velatorio multitudinario en la Casa Rosada, se viralizó a través de WhatsApp la primera foto de un empleado de la casa de sepelios posando junto al cuerpo de Diego Maradona.
Uno de los primeros en denunciar el aberrante hecho fue Matías Morla, quien recurrió a Twitter para escrachar al responsable. “Diego Molina es el canalla que se sacó una foto junto al féretro de Diego Maradona. Por la memoria de mí amigo no voy a descansar hasta que pague por semejante aberración”, escribió el abogado junto a una foto del hombre.
Horas después, se filtró una nueva imagen de otros dos empleados junto al cuerpo. Uno de ellos era Claudio Fernández, el empleado que salió a pedir perdón. “Estábamos acomodando antes de llevarlo, y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y sacaron la foto. Pido respeto y perdón a todos”, explicó.
El hecho provocó la indignación de Claudia Villafañe y los dueños de la casa de Sepelios Pinier se comunicaron con ella para pedirle disculpas y avisarle que había decidido despedir a los responsables de tomar esas fotos.
"La llamé porque es lo que corresponde. Ella estaba muy enojada, me dijo que esto nunca tendría que haber pasado, que es la foto que no querían. Yo le di mis explicaciones y le pedí disculpas. Ella estaba furiosa pero me ordenó terminar con el servicio tal como estaba previsto para luego trasladarlo al cementerio de Bella Vista", contó uno de los dueños.
Pese al repudio generalizado, el viernes apareció una tercera foto en la que vuelve a aparecer Diego Molina, el protagonista de la primera imagen. En este caso, se ve el cuerpo de Maradona con el torso desnudo y se pueden distinguir sus tatuajes.