Tras conocerse la impactante noticia de la muerte de Diego Maradona, el temor inundó a sus más allegados. Tanto sus hijas como sus ex parejas no pudieron descargar toda la angustia contenida porque se vieron obligadas a estar pendientes de que ninguna imagen no deseable se filtrara en las redes sociales o en los teléfonos inteligentes de las personas.
Sin embargo, en medio de la conmoción, los empleados que prepararon el ferétro del Diez decidieron tomarse fotografías con el cajón abierto en un acto repudiable que provocó el desagrado de todos los fanáticos del astro.
Luego de que aquellas imágenes se viralizaran, uno de ellos, Diego Antonio Molina, trabajador de la funeraria Pinier, no mostró señales durante varias horas hasta que decidió presentarse recientemente ante la Justicia de la mano de su abogada.
Durante la mañana del sábado, el hombre de 40 años hizo su aparición en la Comisaría Vecinal 15A, en la calle Guzmán al 300, en compañía de su letrada quien lo asesora tras haber recibido amenazas y mensajes advirtiendo que la barrabra de Boca Juniors juraría vengarse.
En la escandalosa y repudiable foto, Molina estaba parado al lado del ferétro de Diego, con el pulgar de su mano izquierda en alto y con la mano derecha posada sobre la frente del ex futbolista.
Desde la Comisaría se informó que únicamente efectuaron una consulta con la Fiscalía Contravencional 24, que es quien maneja los casos de toma de las fotografías, y que solo recibieron instrucciones de pedirle los datos filiatorios y teléfonos de contacto. Luego de seguir el protocolo, lo dejaron el libertad.
Además, según pudo investigar Clarín, el empleado ya contaba con dos causas, una en 2016 por delito de usurpación, y la segunda en el 2020, a causa de un incidente de violencia de género.
La casa de sepelios tomó la rápida decisión de desafectarlo de su puesto de trabajo, y también fue el Club Argentinos Juniors quien lo expulsó como socio de la entidad, ya que Diego Molina era socio del equipo de La Paternal.
Por su parte, Matías Morla, abogado de Maradona, había denunciado el hecho en las redes sociales con la advertencia de que iría hasta las últimas consencuencias para que los empleados sean reprendidos: “Ante la viralización de una imagen de Diego en su lecho de muerte, me voy a ocupar personalmente de encontrar al canalla que tomo esa fotografía. Van a pagar todos los responsables de semejante acto de cobardía”.
Y además, acusó directamente a Molina: “Diego Molina es el canalla que se sacó una foto junto al féretro de Diego Maradona. Por la memoria de mí amigo no voy a descansar hasta que pague por semejante aberración”.