Juana Viale se sumergió de lleno en la cocina hace un tiempo largo, en lo referido a divulgar los secretos culinarios y transmitir las mejores técnicas y a los profesionales de renombre.
La actriz desarrolla un segmento en redes sociales con mucha calidad de realización, en el que se la denota muy entusiasmada, con mucha atención y sin miedos para probar diferentes situaciones en las hornallas y sartenes.
Claro que no todo es color de rosas. Este domingo, Juanita se animó a contar al aire de Almorzando con Mirtha Legrand una dificultad que afronta a la hora de algunas particularidades en la preparación de los platos.
"Soy muy mala en el tema presentación de platos. ¡Muy mala! Por ahí los haría comer con los ojos vendados", exclamó Juana.
En sintonía con la presencia de Osvaldo Gross, un célebre invitado, Viale develó una complejidad que sufre con la terminación de los deleites para sus tres hijos Ámbar, Silvestre y Alí. Entonces, la nieta de Mirtha soltó: “No hay nada que me guste más que cocinar y que se quedé vacío el plato. Soy muy mala en el tema presentación de platos. ¡Muy mala! Por ahí los haría comer con los ojos vendados”.
Claro que ese detalle causó gracia en la mesa por la espontaneidad en que lo pormenorizó, aunque todos coincidieron en que seguramente en sabor los platos de Juanita deben ser deliciosos.
En esa sintonía de confesiones, Viale agregó otras particularidades de sus pequeños: “Los chicos tienen hambre todo el día. Terminan de comer y ya están pidiendo para comer otra vez. ‘Pero si recién acabamos de comer’, les digo. ‘No, quiero comer’”.
"Los chicos tienen hambre todo el día. Terminan de comer y ya están pidiendo para comer otra vez", manifestó Viale.
Para culminar, Juanita reconoció cuál es el plato simple que más le apasiona y sorprendió: “Yo soy fan, y eso me quedó de mi abuelo, el huevo pasado por agua. Me puedo comer seis”.