Habitué de Bienvenidos a bordo, y casi que a menudo haciendo de coequiper del conductor del programa, Hernán Drago aprendió a seguir el juego que Guido Kaczka le plantea en cada edición del programa, donde se encarga de exponerlo a fin de sacarle información que refiere a su vida personal.
Y como de costumbre, el animador de las noches de El Trece tomó como disparador una anécdota que relató al aire una de las participantes y que tenía que ver con el comienzo de su noviazgo. Interrumpiendo, buscando complicidad y abriendo el diálogo con el modelo, Kaczka acotó “le gustan a Drago estas historias, ¿no?”.
Por su parte, el galán le contestó “¡cuantas vueltas da la vida!”. Es que si bien apostó a la familia y a la famosa frase hasta que la muerte nos separe, no resultó tal y finalmente la relación con Bárbara Cudich llegó a su fin. Separado hace un año de la madre de sus dos hijos, mantienen una excelente relación y hasta optaron por convivir bajo el mismo techo en cuarentena.
“La conocí en un boliche, en Buenos Aires News. Había ido a trabajar y cuando me estaba yendo la veo entrar. Cuando la mire fue amor a primera vista”, recordó el modelo.
Entendiendo la dinámica del programa, Hernán expuso su historia de amor con quien supo ser su mujer durante dos décadas, “la conocí en un boliche, en Buenos Aires News. Había ido a trabajar y cuando me estaba yendo la veo entrar y algo me dijo que tenía que entrar. Cuando la miré fue amor a primera vista”.
Con todo el estudio en silencio escuchando lo que contaba, y las incisivas preguntas que le hacía Guido al respecto, Drago concluyó la anécdota, “ella me miró y la fui a encarar. La conquisté. Supongo que le gusté. Así pasaron 20 años y dos hijos maravillosos”. Sin dudas, lo fueron ya que el modelo siempre guarda los mejores recuerdos para con su ex.
