Los que peinan canas suelen remarcar la importancia de hacer las cosas bien para que “la puerta quede abierta”. Se refieren, obvio, a la responsabilidad que se debe asumir en cada compromiso, laboral principalmente, mirando a futuro y sabiendo que en algún momento posiblemente haya que volver. No se trata de algo sencillo, pues más allá de la voluntad individual, a veces no se dan las condiciones y eso conspira contra el objetivo final.
Sin embargo, en ciertos casos los planetas se alinean y el esfuerzo se conjuga bárbaro con el plus de talento y la preparación. Todo esto, sumado al respeto por el público reflejado en el deseo de brindarle un producto de calidad, conduce al reconocimiento. Luego de saltar a la popularidad que supo ganarse en la Argentina siendo todavía bastante joven, Natalia Oreiro (41) viajó a Rusia para abrir sus alas artísticas más allá de los límites rioplatenses. Le fue muy bien en Rusia, con protagónicos en novelas de altos picos de rating, y también con la venta de sus materiales discográficos. Sin embargo, el éxito de la actriz uruguaya no se circunscribió exclusivamente al país del vodka.
Natalia, además, consiguió extender su fama a otros sectores de Europa, donde también supo sembrar muchedumbres de fans que jamás dejaron de seguirla, aun con ella nuevamente en tierras americanas. Pero los miles de kilómetros de distancia no enfriaron para nada el afecto que sienten por la mujer de Ricardo Mollo en el Viejo Continente.
De hecho, recientemente la actriz fue condecorada de Armenia, cuyas autoridades la declararon “ciudadana armenia” a través de la entrega del correspondiente pasaporte. Ella lo agradeció en las redes sociales: “Uruguayos, argentinos, rusos, armenios… y tantos hermanos más!!! Sueño con un mundo sin fronteras, donde la única nacionalidad en común sean el amor, la libertad y la paz. Por un mundo unido, por un presente con más oportunidades y con un mejor futuro para nuestros hijos… ¡gracias por tanto amor y por hacerme sentir como en casa siempre!”. No hay ninguna duda: por donde pasó, Natalia dejó la puerta abierta.
Natalia Oreiro de gira por el Viejo Continente
Oreiro recibió su pasaporte armenio
