Con la llegada de su tercera hija, Paula Chaves tomó una importante decisión: dejar el colecho. Defensora de dormir con sus hijos y su esposo, Pedro Alfonso, entendió que eran tiempos de un cambio.
Y ante la novedad de que sería nuevamente madre, algo que se concretó en medio de la cuarentena estricta, armó un “operativo” para sacar a los peques de su cuarto.
Con la ayuda del actor, programaron campamentos en los cuartos de los niños y, de a poquito, quedaron atrás las noches en que dormían todos juntos en un mismo cuarto.
En diálogo con Por si las moscas, en La once diez/Radio de la Ciudad, la conductora contó cómo logró concretarlo, de cara a la llegada de la nueva integrante de la familia.
“A Olivia le pegó muy bien la llegada de Filipa. Pero previo a eso tuvieron tres meses de 100 por ciento de papá y mamá…”, contó Paula.
“Hicimos un descolecho y, de a poquito, salieron de nuestra cama”. “Hicimos campamentos y ahora cada uno duerme en su cuarto…”, compartió la mamá de Olivia (7), Baltazar (4) y Filipa (5 meses).
Para Paula la maternidad es el centro de su vida, de su cotidiano, pero, también, siente que tiene su lado B.
“No hay mejor lugar que el cuerpo de mamá. Hasta el día de hoy atesoro en mi memoria su olor, su piel, mi sensación cuando me apoyaba en mi su cuerpo”, recordó Chaves.
“Hicimos campamentos y ahora cada uno duerme en su cuarto…”, contó Paula
“Trato de no negárselo a ellos pero hay días que no doy más. Que siento que mi cuerpo es mío y no me pertenece”.
“Ahí entiendo por qué las mamás colapsamos tan fácilmente. Porque nuestros cuerpos les pertenecen a los chicos por mucho tiempo, como si no fuéramos dueñas de elegir”, plateó la presentadora de Bake off.
“Generamos una simbiosis y ellos son una extensión de nuestro cuerpo por muchos años”.
