Decí 33: al lado de su novio de esa edad, Marcela Tauro sonríe a tiempo completo, para la foto o en cualquier circunstancia. La periodista más picante y temida de la televisión argentina se animó a una relación con un hombre bastante más joven y lo disfruta a más no poder. Al menos en las redes sociales.
Hasta el 2 de abril, cuando volverá a soplar velitas, la panelista de Fantino a la tarde tiene 55 años. Le lleva 22 a Martín Bisio, el responsable de su enorme, ancha y contagiosa sonrisa. Junto a él, enamorada, plena, dichosa y alegre, "La Tauro" arrancó 2021 en medio de un marco sensacional.
En su cuenta de Instagram, donde la leen y la siguen casi 1 millón de personas, la morocha subió una serie de postales que parecen sacadas del paraíso: se ve agua celeste, el sol cayendo a lo lejos, palmeras, verde, diversidad de colores. Parece advertirse quietud, calma, sosiego, parece escucharse el silencio.
Lo curioso de la imagen es que no pertenece a una playa del caribe. No. Se asemeja, pero queda muy muy cerquita de la Capital Federal. A menos de 50 kilómetros.
Tauro tiene 55. Martín, 33. Ella le lleva 22 años. Pero en vez de fijarse en la diferencia de edad, la disfrutan. Y cada vez que pueden se encuentran y la pasan bien. Como ahora.
Para despejarse, olvidarse de todos los problemas que nos asisten, relajar, darse un chapuzón refrescante, probar manjares y encender de pasión las blancas sábanas de hilo peruano.
En Ezeiza, Tauro y Bisio aprovecharon uno de los momentos que puedan pasar juntos, que en época de vacaciones se multiplica varias veces. Durante el período normal (sin contar la pandemia, claro), están separados por sus obligaciones profesionales. Ella trabaja en la Ciudad de Buenos Aires y él en Rosario, donde se dedica al rubro automotor.
"Así empezamos 2021" escribió Tauro junto a un emoji de un corazón y arrobando a su pareja, quien también es demostrativo en su perfil. Cuando cumplieron 4 años de relación, el muchacho escribió "estoy muy orgullo de los dos. Te amo mucho, por muchos años más".
Un año más que arrancan juntos. Y en un lugar hermoso. Se lo merecen, los dos.