El reflejo de un espejo, una figura que oficia como un faro o una personalidad célebre que estimula los sueños. Existen decenas de ejemplos de inspiraciones, de todo tipo y en diversas ramas. Claro que algunas musas sorprenden, porque nadie lo veía venir.
Andrea Rincón construyó una carrera a partir de su inclusión en Gran Hermano, luego lo refrendó con paciencia y con la suma de conocimientos, hasta erigirse en una actriz funcional. En diversas etapas, su sostén en la pantalla se vinculó más con las polémicas, o las controversias, pero ahora transita por otro periodo.
La morocha sacudió todo con una confesión impresionante, dado que develó quién fue su máxima inspiración, esa persona que la movilizó, que la motorizó a encontrar la motivación para sumergirse en el mundo artístico. ¿De quién se trata? Nada más y nada menos que Wanda Nara.
"La vi a Wanda mostrar un Mini Cooper y n piso que daba al río y dije 'sí ella pudo, yo también'", confesó Rincón.
En su visita a Los mamones, Andrea no esquivó la consulta del conductor, que le preguntó si era cierto ese mito, y describió con lujos de detalles esa historia atrapante, que incluye ribetes apasionantes y un contexto muy disímil al actual.
“Yo estaba viviendo en una pieza de una pensión y la verdad es que la estaba pasando muy mal a nivel económico. Trabajaba de vendedora en un local de ropa. Promocionaba una tarjeta del local. Estaba en una pensión de dos por dos. Compartía el baño, compartía la cocina y lo único que tenía era la cama y el lugar donde estaba. Estuve en esa pensión un año y pico pero viví en varias", arrancó Rincón en el relato de esa anécdota impresionante.
"Le dije a mi papá que iba a ser vedette y me dijo 'metete en Gran Hermano, ahí está tu solución", reveló Andrea.
Hasta que llegó el punto clave, la encrucijada que le abrió los portales a una idea enérgica. "Yo a Wanda no la conocía. Prendí la tele y vi que había una chica bailando en una fábrica. Se subió a una tarima y había hombres trabajando. Ella tenía una calza y un top y se puso a bailar para los tipos y los tipos gritaban”, narró la morocha.
Luego, se inmiscuyó a pormenorizar su pensamiento en ese instante, en esa situación cotidiana de ver la televisión. “Yo dije: 'Esa chica no tiene familia, no tiene amigos, nadie que le diga nada'. Empecé como las viejas chusmas y cuando salió se subió a un Mini Cooper y dijo: 'Ahora voy a mostrar mi departamento'. Y tenía un piso que daba al río, el auto”, explicó.
En el desenlace de su vivencia, Andrea focalizó en esa comparación que realizó en su mente de las realidades tan opuestas y qué familiar la impulsó.
"Y yo ahí me callé la boca. Fui a mi piecita de dos por dos y dije: 'No, pará'. Me puse en bolas, me miré al espejito que tenía en el ropero y dije: 'Pará, acá hay algo que está mal'. Ahí fui a la casa de mi viejo y dije: 'Voy a ser vedette'. Me empezaron a contar, 'esta chica hizo esto y esto'. Yo no sabía nada. Mi papá me dijo: 'Metete en Gran Hermano, ahí está tu solución'", exteriorizó.
Entonces, Wanda Nara inspiró a Rincón, actuó de paradigma para activar un anhelo. ¿Quién lo hubiese dicho?