El destino puso a Romina Milagros Rodríguez en un lugar que nunca se hubiera imaginado. Porque, como cocinera de Diego Maradona, a “Monona” le tocó no sólo compartir la más pura cotidianidad con el mejor futbolista de todos los tiempos, sino estar presente el día de su muerte.
En una entrevista que concedió a El show de los escandalones, la joven contó todo tipo de revelaciones aportando a la historia de la muerte del ídolo popular su perspectiva: la de la testigo del día a día, que conoce los movimientos rutinarios y las internas familiares, sueños y deseos.
La joven le contó a Rodrigo Lussich que, tras la muerte de Diego, se quedó sin trabajo y no la indemnizaron. “No lo voy a reclamar, ya está, yo no soy así. Todo lo que me dio Diego fue de corazón, nunca le pedí nada. Yo me llevo eso, que lo conocí como no lo conoció nadie. Es el más humilde, me enseñó demasiado", señaló.
Monona, como la bautizó Maradona cuando llegó a su casa, aseguró que Diego era “sabio”. “Sabía todo, se hacía el boludo hasta donde él quería”, dijo. Y fue al hueso al señalar un deseo que habría manifestado: que reine la concordia entre sus hijos, hoy en disputa por la herencia de su padre.
"Yo me llevo que lo conocí como no lo conoció nadie. Es el más humilde, me enseñó demasiado".
“La familia Maradona es grande y es hermosa, lástima que no se lleven entre todos. El sueño de él era juntarlos todos en una gran mesa, aunque sea una vez, todos juntos", expresó Romina.
Asimismo, contó un dato que nadie sabía: el amor del ex DT de Gimnasia y Esgrima de La Plata por un perrito callejero, al que llamaba “Tija”. "Estaba muy encariñado", recordó.
Monona habló también sobre los entretelones del velorio y el entierro, a los que pudo acceder por las hijas: "Yo estaba en la casa y gracias a las hijas que me mandaron a buscar pude estar en el velatorio y entierro. Gianinna me dijo que tenía que estar".
Sobre Matías Morla, que no fue, Monona aseguró que “era su amigo, siempre estaba presente”. “Capaz él lo despidió a su forma y no quiso estar para que no lo agredan", opinó.
"El sueño de él era juntarlos todos en una gran mesa, aunque sea una vez, todos juntos".
En los primeros tramos de la entrevista que se mostró en Intrusos, la cocinera había contado que Rocío Oliva no apareció en la casa de Diego durante la pandemia, cuando ella estaba. Sí, en cambio, dijo que Verónica Ojeda estaba muy presente, por Dieguito Fernando.
“Dieguito iba siempre, lo adoraba. Le cambiaba el humor automáticamente cuando entraba el nene, le encantaba verlo”, recordó, con una sonrisa.