Hace años que Julián Weich dice lo que piensa del medio que lo vio crecer, allá en los años ochenta, cuando se hizo famoso en la tira juvenil Clave de Sol.
Dueño de una mirada crítica, el conductor de La mejor mañana esta vez salió al aire en Por si las moscas, para dejar en claro su postura sobre cómo se produce televisión abierta por estos días en los que los escándalos y los reality show dominan la programación.
En su repaso por la grilla de hoy, Julián aseguró que el exitazo de MasterChef Celebrity no lo entretiene en absoluto, sino todo lo contrario. "No me engancha Masterchef, me aburre”, dijo en el ciclo de La Once Diez/Radio de la Ciudad.
"El haber producido realities me desencantó; si me mostrás como vuela David Copperfield no me sorprende porque ya sé donde están los hilitos, acá me pasa lo mismo”, explicó Weich, que volvió a hacer dupla con Maby Wells en Radio Uno y tiene en su haber uno de los ciclos pioneros en el formato: Expedición Robinson.
A la vez, el conductor cuestionó la tendencia de los ciclos que convocan influencers para ganar rating, como fue el caso de Belu Lucius o Dani La Chepi, en el reality gastronómico de Telefe: “Los productores creen que si tiene seguidores, va a tener éxito, lo que se necesita es calidad en los programas".
"El haber producido realities me desencantó; si me mostrás como vuela David Copperfield no me sorprende porque ya sé donde están los hilitos".
Por otra parte, señaló las decisiones de producción de Polémica en el bar, que esta semana sacó al aire a Claudia Maradona para cruzar con Rocío Oliva y Mauricio D´Alessandro, y dijo que en un programa suyo, “jamás llamaría a alguien para que se pelee”.
“Los productores creen que si tiene seguidores, va a tener éxito, lo que se necesita es calidad en los programas".
“Cada uno es responsable del contenido que sale en su programa, no es cierto que lo que se ve es ‘lo que la gente quiere ver’, es lo que la televisión elige mostrar. Yo no me presto a esa lógica de ‘lo que la gente quiere ver’”, planteó, terminante.
Asimismo, se centró en la espectacularización de las noticias, el morbo y el rating: "Un accidente de auto dura un minuto, en la televisión dura treinta porque quieren que rinda y ponen imágenes, entrevistados que no se sabe si están relacionados y si se puede ver un cadáver saliendo de un auto, lo muestran porque quieren medir”.
"Para mí es una locura que haya 70 canales de noticias, la torta publicitaria no alcanza, a cada canal le queda una miguita y es proporcional a la calidad de lo que hacen. Y creo que esto pasó cuando lo comercial empezó a superar al contenido. Porque antes los canales buscaban destacarse e innovar, diferenciarse, proponer otra cosa", dijo al final.