Histriónica, graciosa, ocurrente, divertida y cristalina. Dani La Chepi saltó del mundo de las redes sociales, donde genera furor, al ruedo grande de la televisión en MasterChef, nada más y nada menos.
La humorista transita con mucha luz en el reality de Telefe y así se amplió el arco de personas que se sumaron a admirarla y a sentirse identificadas. En esta nueva etapa, de enorme exposición, Dani le esquiva a los prototipos y cuenta con naturalidad su vida.
En ese raid, cuando se informó de su llegada MasterChef, La Chepi se animó a contar su llamativa historia de amor, esa que nació en plena cuarentena estricta y por la cual se enamoró perdidamente de Javier Cordone. La blonda lo conoció a través de la ventana, mientras él manejaba un camión de recolección de residuos.
Desde ahí se muestra luminosa a su lado y el público desea conocer más detalles del hombre que acaparó el corazón de la comediante. En primera instancia, Javier tiene 45 años, más allá de su ocupación actual posee un recorrido muy interesante por el fútbol profesional.
Cordone vistió camisetas con mucha historia como la de Deportivo Morón, Atlanta, Estudiantes de Caseros, J.J Urquiza y Barracas Central, durante un periodo que abarcó 1997 y 2004, donde logró convertir unos 63 goles, una cifra por demás interesante.
El hermano del reconocido Lobo Cordone (exjugador de Vélez) estuvo casado con Cintya y trajo al mundo a tres bellos hijos: Elián de 20 y Luan de 14 años e Isabela de dos. Aunque hace un tiempo que estaba soltero, hasta que cruzó miradas con Dani.
La Chepi contó el origen del flechazo: “Lo vi y dije, ‘Apa, mirá al chofer, eh’. Empezamos a hablar por la ventana pocos segundos y se iba. Lo esperaba más que el sueldo a fin de mes. Me arreglaba cuando pasaba. Mi hija se daba cuenta, pero yo le decía que nada que ver”.
En diálogo con el sitio TN, la humorista describió el punto definitivo para caer rendida: “Un día pasó por mi casa, le llevó un chocolate para mi hija y una botella de vino para mi. ‘Cuando se pueda, lo tomamos’ me dijo. Yo me morí de vergüenza. Era una adolescente de nuevo”.
Más allá del sentimiento profundo que los une, La Chepi narró que todavía no conviven: “Por lo menos por ahora y un tiempo más, no. Nos vemos una semana sí, y una semana no. Creemos que así está bien. Nuestros hijos aún son pequeños y la convivencia se complicaría mucho”.
A la hora de remarcar los detalles que más la enamoran de Javier, Dani dijo: “Tiene mucho barrio, códigos que compartimos, tanto de amistad como de familia. Es compañero. Desde el primer día que me alienta para que me anime a hacer más cosas con respecto a mi carrera. Se pone feliz, es el primero que me felicita. No me había pasado antes esto. Siempre eran quejas, o competencias o celos”.