Más allá de su perfil estridente, ese que se relaciona con abordar todos los dimes y diretes de la farándula, Ángel de Brito posee un costado disímil en lo que respecta a su vida privada, la que protege con candado.
El conductor de LAM hace gala de un perfil de animador en el ciclo de eltrece, que ya se convirtió en un clásico del mundo del espectáculo. En ese espacio se mueve como pez en el agua y puede mixturar una opinión filosa sobre un famoso, con un informe detallado de circunstancias íntimas de las celebridades.
Además, en el 2020 vivió una gran experiencia al frente de el Cantando, que le permitió aterrizar en el prime time con un gigante, un tanque, que deambuló por un éxito mesurado en el rating, pero en lo profesional le significó un espaldarazo.
Delante de cámara luce un cambio radical de aquellas primeras apariciones, que se recuerdan de su participación en el panel de Viviana Canosa en El Nueve. Hoy brilla, está tuneado, viste mejor y se erigió en casi una celebridad en sí misma.
En ese aspecto, de Brito compartió con sus seguidores el secreto en lo que se vincula con su físico, con su contextura y su cuidado personal. Así, el periodista mostró su exigente rutina de crossfit, que le permite ganar musculatura y cultivar unos brazos y torso muy trabajado.
Como si fuese poco, Ángel también mostró que otra de las pasiones que lo ayudan a mantenerse en forma es el paddle, ese deporte que fue furor en los noventa. Así se lo ve en el video, que subió a sus stories, pegándole a la pelota con la paleta, muy ágil y concentrado.