Inesperado, sorpresivo y rimbombante. Nadie imaginaba la noticia, pero llegó. Laurita Fernández y Nicolás Cabré culminaron definitivamente su relación amorosa, esa que construyeron durante tres años y que ahora aterrizó en la estación del final.
La actriz dejó boquiabiertos a sus seguidores y a todo el mundo del espectáculo, dado que acaba de corroborar en sus redes sociales que el noviazgo ya no existe, que ambos tomaron caminos distintos. Una novedad impresionante, que no se veía venir.
La cerilla que encendió la bomba se desató en la típica interacción de los famosos con sus seguidores. Resulta que un internauta le consultó la habitual pregunta: “¿Seguís con Nico?”. Esas tres palabras abrieron el portal a un terreno impresionante.
Con una foto de entre casa, en la que lucía en plan hogareño, Laurita soltó la declaración más risonante, la confesión de la separación conclusiva de Cabré. “Hace más de un mes que no estamos juntos. Nos queremos mucho, fueron tres años hermosos”, escribió la actriz.
La historia de amor volvió a dar un giro, un cambio radical. Algo que había sucedido en plena cuarentena estricta, cuando algunas diferencias llevaron a Laurita y a Nicolás a ponerle punto final a la relación. Los meses transcurrieron, con la blonda viviendo en su departamento y el actor en la casa del country.
No obstante, algo se encendió de nuevo, una llama de esperanza cuando en agosto se los empezó a ver juntos, caminando por las calles internas del barrio cerrado, aunque aseguraban que solo se trataba de un encuentro para resolver temas de la propiedad que habían adquirido juntos.
En ese periodo, Fernández sostenía: “La realidad es que tenemos cosas en común todavía y nos encontramos ahí. Tenemos una casa en ese barrio y tuvimos que ir a hacer cosas, lo típico de manutención. Entonces aprovechamos para hablar”.
A los días, esas reuniones, charlas, deliberaciones y paseos se transformaron en una reconciliación confirmada. El amor regresó y la apuesta por una historia juntos.
Con el tiempo, Laurita reveló cuál fue el mayor punto de quiebre para llegar a esa separación del 2020: “En realidad fue el encierro, también a él lo afectó mucho de repente encontrarse con no poder salir. Es una persona que necesita gastar energía y, obviamente, eso afecta el humor y a todo”.
Tras sanar las heridas, Laurita y Nico se lanzaron a llevar a cabo los retoques en la propiedad que adquirieron en Haras del Pilar para darle su sello, su estilo y diagramar la casona a su gusto.
En eso andaba la pareja, así se mostraban, esporádicamente, los tortolitos en la búsqueda de materiales de decoración, elección del amoblamiento y las decisiones para generar el cobijo ideal a su nidito.
A pesar de esas señales positivas, hasta los rumores de un posible embarazo o deseo de formalizar el amor con el casamiento, algo se rompió. Ya no va más el proyecto entre Laurita y Cabré, será momento de curar el corazón y afrontar el futuro.
