A pesar de haberse consolidado en los medios de comunicación como una de las panelistas más picantes de la televisión argentina, Analía Franchín logró ganarse el corazón de miles de espectadores al levantar el trofeo como la subcampeona de la primera edición de MasterChef Celebrity.
Sin embargo, su protagonismo y su fama vinieron de la mano de varios escándalos y conflictivos romances, hasta que consiguió el amor verdadero de la mano de su actual esposo, el empresario millonario Sebastián Eskenazi.
En aquel entonces, en 2009, decidieron casarse en secreto y tan solo un año más tarde se convirtieron en los padres de Benicio; pero su relación siempre llamó la atención de los fanáticos que querían conocer un poco más de la intimidad de la pareja, y ahora Franchín decidió abrir un poco esa puerta.
En una charla con la revista Gente mediante un vivo de Instagram, la exparticipante del reality de cocina contó cómo cambió su vida pasando de ser una chica del barrio de Floresta a tener una nueva vida rodeada de lujos y comodidades, de la mano de su marido.
"La plata lo que hace es desnudar a la gente", comenzó explicando. Sin embargo, aclaró entre risas que ella aún mantiene su costado austero: "A mí la plata no me cambió, yo sigo yendo todos los lunes y miércoles al supermercado que es cuando tengo el descuento”.
Además, aclaró que a pesar de sentir que puede darse los gustos de comprar en el lugar que desee, siempre busca cuidar la economía del hogar y encontrar los mejores precios: “Si la carne está muy cara le pido a mi mamá que vaya a la carnicería del barrio y me haga el pedido ella. Porque los alquileres de los locales en los barrios son más baratos”.
"La plata lo que hace es desnudar a la gente. A mí la plata no me cambió, yo sigo yendo todos los lunes y miércoles al supermercado que es cuando tengo el descuento”
Asimismo, ahondando en detalles sobre la manera en la que se manejan los famosos, Franchín opinó sobre el revuelo que surgió luego de que Luciana Salazar fuera al supermercado acompañada de su empleada doméstica quien estaba vestida con su uniforme: "Son cosas que no me entran en la cabeza”.
“Yo respeto a todos los trabajos. También tengo empleada pero en mi casa es como una hija. Mi mamá fue empleada doméstica cuando se quedó sola con mis dos hermanas", concluyó visiblemente en contra de las reglas que impuso la modelo dentro de su hogar.