1. Según lo que ve en la calle y en la vida de todos los días, ¿cuál es el peor de los defectos de los argentinos?
–Yo no los castigo mucho a los argentinos. Todo país tiene su personalidad, su geografía y su historia, y los argentinos integramos un país de muchos inmigrantes, de muchas razas, y eso me gusta, porque somos muy albergadores y recibimos muy bien a todos los que vienen. Pregunten a los venezolanos qué opinan de los argentinos. Más que hacer una crítica de los defectos, quiero defender y destacar nuestras virtudes.
2. ¿Qué mitos sobre el mundo del espectáculo deberían derribarse?
–A mí me afectaron siempre los que apuntan a determinar que tal o cual persona es “mufa”. Aún hoy se hace eso, y es como matar a esa persona. Todavía existe, en algunos casos, esa calificación otorgada por pura maldad.
3. ¿Hay peor enemigo que uno mismo?
–Yo creo que en muchos casos uno es demasiado autoexigente; yo lo soy, y eso, a veces, no hace bien. Pero después me abrazo un poco, eh… (sonrisas).
4. Cuando está sin trabajo, ¿se deprime o disfruta de su tiempo libre?
–Yo tuve la suerte de tener siempre trabajo, porque trato de generarlo siempre, y entonces no tengo justificación para deprimirme laboralmente. Pero también me gusta disfrutar del tiempo libre que pueda tener.
5. Cuando le toca trabajar con un colega del que tiene referencias de que es mala persona, ¿qué hace?
–¿Referencias? Yo tengo mucho cuidado con ese tipo de “referencias”. No me gusta y no me parece bien que se diga que alguien es mala persona. No me gusta esa gente rápida para etiquetar, para dar sellos negativos para con los demás. Hay temas que una misma los debe comprobar.
6. ¿La televisión es la que permite el verdadero lucimiento profesional de un actor?
–Yo comencé en la televisión y estoy eternamente agradecida al lucimiento que me dio la televisión y, además, le tengo mucho respeto a ese medio. Pero yo prefiero el teatro por el hecho del ritual, por el contacto directo con el público, con el escenario, y por esa energía única que da el teatro.
7. ¿Qué cosas le despiertan admiración de una persona?
–Admiro a las personas respetuosas, a las que hacen cosas buenas para sí mismas y para los demás.
8. ¿Sobre qué temática se habla recurrentemente en las reuniones de sus amigas íntimas?
–En general hablamos de nuestras respectivas tareas, de las obras de teatro que fuimos a ver, del tema de las plantas, hablamos de un libro que leímos, de las comidas que nos gustan. De muchas cosas...
9. ¿Cuánto tarda en arreglarse para salir de su casa?
–Pese a que tengo a mi amado marido (el actor Héctor Gióvine), que cuando vamos a salir me dice siempre: “¡Apuráte, apuráte…”, le pongo un poco de límite y me arreglo tranquila. Con ducha y maquillaje, en media hora estoy lista. Bien rapidita.
10. ¿En cuál tarea doméstica se considera una experta?
–Creo que cocino bien, me gusta cocinar. Me encanta cocinar guisos, en especial guisos con arroz. Pero admito que soy especialista en preparar ensaladas.
11. ¿Recuerda cómo fue su cumpleaños de 15?
–A mí no me hicieron fiesta de 15. No tengo un registro especial de mis 15, porque no hubo ni vestidito especial ni muchos invitados. Fue un cumpleaños común.
12. ¿En qué terrenos de la convivencia le cuesta ceder?
–En la mayoría de las situaciones de la convivencia soy de ceder sin problemas. No me gustan los enfrentamientos inútiles, con enojos que después no me permitan dormir. Cuando algo no me parece bien, me gusta hablarlo y no quedarme con cosas oscuras adentro.
13. ¿Cuáles son sus complejos?
–Me hubiera gustado ser alta y esbelta (risas). Pero mido 1,60; tampoco soy tan bajita…
14. ¿Qué recuerdos tiene de sus comienzos con La familia Falcón, aquél éxito de los 60 de la televisión en blanco y negro?
–Yo estuve con un personaje pequeño y menos de un año en La familia Falcón, pero me quedó la amistad de varios de sus integrantes, como José Luis Mazza o Alberto Fernández de Rosa. Pero ese programa me permitió conocer a un gran director como David Stivel, al autor Hugo Moser y a figuras como Elina Colomer, Pedro Quartucci y Roberto Escalada.
15. Si le piden una idea para hacer algo en la tele, ¿qué haría?
–Me gustan mucho los unitarios, esas historias que empiezan y terminan en un programa. Haría comedias de autores argentinos clásicos, pero también de nuevos escritores, que tienen que tener su oportunidad
16. Dentro del ambiente del espectáculo, ¿quiénes son sus mejores amigos?
–Tengo varios amigos, pero Víctor Hugo Vieyra es un amigo de toda la vida. Con él estoy haciendo un espectáculo, Borges: un rostro en el espejo. También, entre mis amigos del ambiente están María Valenzuela, María Rosa Fugazot, y muchos más…
17. ¿Qué trabajo le modificó su destino para llegar a ser actriz de teatro?
–Fue el puro destino; el teatro me vino a buscar a mí, y no yo al teatro. Mi hermana Lolita y unas amigas me llevaron a un programa en Canal 7 que conducía Mendy, donde se buscaba a la reina de la televisión, Pero además había un concurso para descubrir actores. Yo tenía 15 añitos y miraba las pruebas, hoy castings, que se hacían. Alguien me señaló para hacerlo, pero dije que no. Pero después me dieron un monologuito donde me tenía que vestir de Carlitos Chaplin. Al final volví, di la prueba… ¡y gané! A partir de eso empezó mi historia con la actuación, donde me ayudó mucho el inolvidable director Wilfredo Ferrán, quien después me ofreció hacer Pigmalión.
18. Si tuviera poder, ¿qué les diría a nuestros políticos?
–Les diría que tendrían que ser como Illia o Alfonsín, ser esa gente sencilla como lo eran ellos. Necesitamos muchos Illia, gente sin tantas ambiciones de poder y con muchas más ganas de ayudar a la gente.
19. ¿Qué le falta a la televisión abierta argentina?
–Creo que le falta más arte, más música, más ficción y contar más historias, porque eso hace bien, sin tanta necesidad de comentar violencias o hablar mal de la gente.
20. ¿El paso del tiempo le provoca temor?
–El doctor Alberto Cormillot, cuando cumplió 80 años dijo: “Yo tengo 80 años, pero eso es sólo un número”. Y es verdad. Todo depende de cómo uno se sienta. Hay gente que es joven siempre. Y no pienso en la muerte, aunque finalmente la muerte es parte de la vida.
21. ¿Sufrir y sacrificarse nos hace mejores personas?
–Creo que no es necesario, aunque es difícil esquivar el sufrimiento y el sacrificio en un mundo tan difícil como es el nuestro. Creo que nos hace mejores personas el no ser indiferentes a lo que pasa en el mundo.
22. ¿Qué trata de ocultar siempre?
–¿En qué sentido? Diría que no trato de ocultar nada en especial.
23. ¿Es más fácil discutir con un hombre o con una mujer?
–Primero, a mí no me gusta la palabra “discutir”, ni “pelear”, prefiero decir: “cambiar ideas”. Por suerte, cada vez más las mujeres ocupamos un buen lugar. Y por suerte somos distintos, porque a mí me gusta que el hombre sea hombre y la mujer sea mujer, quizás será porque soy antigua; pero esencialmente, como tenemos los mismos sentimientos, a mí me da lo mismo cambiar ideas con un hombre o con una mujer.
24. ¿Qué es lo que detesta de su profesión?
–Pese a que es una profesión muy difícil, no detesto nada de ella. Es una tarea difícil, porque de pronto a una le va muy bien y dice “qué bueno que ocupo este lugar”, pero al otro día ya no lo ocupo más. Un día uno hace un éxito en teatro y al otro día no viene nadie. Por algo dicen que la actuación es la profesión de la angustia. Pero no la detesto para nada; la amo.
25. ¿En qué película le hubiera gustado actuar?
–Me hubiera encantado trabajar en El secreto de sus ojos, y también en El exilio de Gardel.
26. ¿Cuál fue el mejor consejo que recibió de sus padres?
–Yo no me olvido nunca cuando, de chica, me decían: “Vicky, hacé las cosas siempre bien, y para hacerlas bien, estudiá, estudiá y estudiá, porque te pueden sacar todo, pero lo que tenés en la cabeza no te lo puede quitar nadie”.
27. ¿Qué imagina que habrá más allá de la muerte?
–Creo que hay algo más allá, creo que nosotros no nos vamos nunca. Creo que estamos y que volvemos en otro espíritu. No todo se termina. Uno, de alguna manera, sigue estando en algún lado.
28. ¿Cuánto debería ganar un diputado?
–Creo que debería ganar para vivir bien, como todos los ciudadanos.
29. En su adolescencia, ¿cuál era su ícono sexual?
–Haciendo mucha memoria, el actor estadounidense James Dean, que murió muy joven tras un accidente automovilístico. Y de aquí, Alberto de Mendoza, que era muy buen mozo, así como también Hugo del Carril.
30. ¿En qué le gusta gastar el dinero?
–Me gusta muchísimo gastarlo en viajar, y me encanta ir a comer afuera con amigos. Y, como soy coqueta, también me gusta comprar algo lindo y que me quede bien.
31. ¿A qué inolvidable artista argentino que ya no esté entre nosotros le devolvería la vida?
–Hugo del Carril es uno de ellos, porque era un ser extraordinario. El me dirigió en mi primer protagónico, la película La sentencia. También rescataría a María Elena Walsh.
32. ¿Cuál es la mejor edad de una mujer?
–Creo que todas las edades son hermosas. Lo importante es vivir intensamente, se tenga los años que se tenga.
33. ¿Qué piensa que dicen de usted?
–Creo que piensan que soy una buena persona, porque lo soy. Puedo gustar o no como actriz, pero como persona estoy segura de que la gente piensa bien de mí.
34. ¿Recuerda a su primer novio?
–Sí, cómo no lo voy a recordar, ahora ya no está entre nosotros. Jugaba al básquet en Deportivo San Andrés: el Loco Oscar Ibáñez. Eramos muy jovencitos, no fue nada serio, éramos amigos.
35. ¿Con qué mínimos ingredientes logra tener un buen día?
–Con sentirme bien, estar tranquila, y que mis hijos y mi marido estén bien.
36. ¿Olvida fácilmente los disgustos?
–Sí, absolutamente. Los olvido muy fácilmente, salvo dos traiciones de dos amigos que tuve. No fueron traiciones enormes, fueron traiciones de cosas insólitas, pero les bajé la cortina de mi amistad para siempre.
37. ¿En qué materias del colegio secundario era un desastre?
–¡En todas! (risas). Pero no tengo muchos recuerdos de eso: llegué hasta tercer año. Pero para lo que estudié y me formé fue para ser artista.
38. ¿Cuál es la mejor vacuna contra los celos y la envidia?
–En lo que a mí respecta, no tengo envidia ni celos de nadie.
39. ¿Se cosecha lo que se siembra, o es simplemente una frase hecha?
–Absolutamente; se cosecha lo que se siembra. Si uno da amor, sin lugar a dudas va a recibir amor. Eso lo dice la naturaleza.
40. ¿Qué tipo de decisiones son las que más le cuesta tomar?
–Por ejemplo, me cuesta decir que no a algún trabajo que me ofrece alguien querido por mí. Cuando hay afectos de por medio, me cuesta decir que no a esas propuestas.
41. ¿Dice “te quiero” muchas veces al día?
–Sí, lo digo siempre. Y también me gusta que me lo digan siempre.
42. ¿Cómo quién le hubiera gustado ser?
–Como mi mamá, Ramona, que era una mujer maravillosa, sabia, y de una enorme generosidad. Vino a la Argentina a los seis años desde España, y aquí se casó y tuvo siete hijos.
43. ¿Sueña con cosas hermosas o suele tener pesadillas?
–Sueño siempre, pero no me acuerdo bien de lo que soñé. Deben de ser cosas lindas, porque cuando tengo preocupaciones noto que son como pesadillas porque me despierto mal.
44. ¿Por qué es bueno ser mujer?
–Yo diría que es bueno estar en este mundo, siendo hombre o mujer. Pero ser mujer es bárbaro porque permite ser madre, que es una función importante en el mundo.
45. ¿Qué cosas le pide a Dios?
–A Dios le pido siempre paz, igualdad y un mundo más justo.
46. ¿Acá se hacen y acá se pagan?
–No lo tengo claro, pero creo que las cosas malas que una persona hace, de alguna manera las paga acá, allá, o en los dos lados. Pero los buenos somos más, lo que sucede es que los malos parecen demasiados porque hacen mucho barullo.
47. Cuando le dicen un secreto, ¿cuánto tiempo está sin contarlo a sus amigos?
–Si me piden no contarlo, no lo voy a contar nunca.
48. ¿La sinceridad siempre provoca enemistades?
–Creo que uno debe ser sincero, pero tiene que tener cuidado de cómo dice esa sinceridad. Nadie tiene que sentirse con el poder de decir cosas terribles por el solo hecho de ser sincero o de ir de frente.
49. ¿De qué se arrepiente?
–No hice cosas malas como para sentir arrepentimiento. Y si me arrepiento de algo, no es que me hayan marcado demasiado.
50. Un pequeño secreto para ser feliz.
–Hay que vivir cada instante como si fuera el último, disfrutándolo al máximo.
La actriz contó todos los detalles de su vida en este reportaje.