En el mediodía del viernes, Javier Fabracci y su pareja Javier Valdés decidieron pasar por el Registro Civil de la calle Uruguay para sellar legalmente su amor y dar un paso más en su relación que ya lleva más de quince años de cariño y compañerismo.
A pesar de haberse ajustado a los protocolos necesarios gracias a la pandemia que corre a causa del coronavirus, la feliz pareja se mostró sonriente para las cámaras y estuvieron acompañados únicamente por sus testigos, siendo el mejor amigo del periodista y la sobrina del asistente terapéutico.
En una charla con TN, Fabracci contó cómo comenzó su relación con su actual esposo, y además explicó que el compromiso entre ellos llegó tan solo un año después de haber iniciado el romance cuando emprendieron un viaje a Lago Puelo y se percataron de que su amor era “en serio”.
Asimismo, a los cinco años optaron por convivir y desde allí todo fluyó con sonrisas, agrandando aún más la felicidad en este mediodía cuando apostaron nuevamente por su amor y dieron un paso más con la libreta roja en mano.
“Nos conocimos en una reunión con varios amigos en común. Me enganché de una, desde el primer día. Fue un flechazo. La atracción física fue inmediata, pero luego todo tuvo que ver con una cuestión de valores y personalidad, es un tipo muy simple. Es escorpiano y yo de Libra. Soy más moderado en mis apreciaciones”, contó Javier.
Además, confesó que son muchos los gustos que comparten, lo que hace que el día a día sea aún más placentero: “Me siento relajado, tenemos hasta los mismos gustos musicales y coincidimos en mucho, eso es difícil de encontrar. A él también le encanta el teatro musical y los viajes, compartimos esa misma pasión”.
“Esos pequeños objetivos en común nos han enganchado mucho a lo largo del tiempo”, agregó, revelando que la idea de la luna miel está encaminada hacia Broadway para poder disfrutar de las obras de teatro o a Londres, un lugar en donde se sienten a gusto por sus grandes espectáculos.
Por otra parte, el periodista también dejó en claro que siempre mantuvieron un vínculo sin reproches ni peleas, dándose el espacio que necesita cada uno: “Tenemos un enorme respeto por los tiempos, las libertades y los espacios del otro. Tenemos mucho en común, pero nunca perdimos de vista que somos dos individualidades. Nunca hubo celos, no lo aceptamos en esta relación sana”.
“Tenemos un enorme respeto por los tiempos, las libertades y los espacios del otro. Tenemos mucho en común, pero nunca perdimos de vista que somos dos individualidades. Nunca hubo celos, no lo aceptamos en esta relación sana”
Pero luego de la ceremonia, la pareja confesó que no planean hacer una mega fiesta, por lo que cuando las restricciones se alivianen se juntarán con sus familiares y amigos para celebrar esta unión. Mientras tanto, en su casa los esperan sus dos gatitos, que los recibirán con maullidos de felicitaciones y muchos mimos.