Siendo hijo de una pujante empresaria de la cosmética y un exitosísimo productor, cualquiera podría imaginarse que Dante Ortega, a sus 20 años, no tiene necesidad de levantarse todas las mañanas para trabajar ni mucho menos, generar su propia plata. O bien, que sería súper selectivo a la hora de asumir cualquier responsabilidad laboral.
Pero no, señores y señoras: al parecer Dante la tiene clara y no tiene problemas en tomar un trabajo común y sin glamour, como el que está al alcance de cualquier chique de su edad: el de la atención al público en un bar.
Es que así se lo vio al hijo de Guillermina Valdés y Sebastián Ortega, llevando y trayendo bandejas, como camarero en la confitería del coqueto Jardín Japonés. Un video que fue divulgado por el perfil de Instagram @chusmeando1 donde se le ve el rostro tapado por el barbijo, pero aún así, reconocible, tomando pedidos.
Si bien el dato no está confirmado, suena más que probable que el joven esté trabajando de mozo, ya que el año pasado también eligió el bajísimo perfil y se puso a trabajar detrás de cámaras en el Cantando, como asistente de coach de Lizardo Ponce.
Cabe recordar que, siguiendo los pasos de su mamá, en diciembre de 2020 Dante debutó en las pasarelas al modelar la nueva colección que Benito Fernández lanzó junto a su hijo, una línea de ropa sin género.
Durante 2020, el muchacho se dedicó a la música y demostró que tiene muchas aptitudes en una familia donde todos parecen tener talento (está demás decir que su abuelo es el genial Palito Ortega). Ahora, el bueno de Dante se arremangó y buscó "la platita" por otro lado.
