Hay gente que cree mucho en las energías y en el hecho de que, a veces, las vibras negativas llegan. Una de ellas es Araceli González, quien días atrás hizo una recorrida por su lujosa mansión y en ese contexto confesó ante sus seguidores algunos rituales que hizo antes de mudarse y otros que aún realiza a fin de ahuyentar la mala onda.
¿Qué es lo que hace la mujer de Fabián Mazzei? En el momento en que recorría con el celular en mano la parte del frente de su casa, más precisamente la entrada, la actriz, modelo y empresaria relató “en este sector puse plantas que amo, que se llaman oreja de elefantes, una estatua de una señorita que da la bienvenida y mucho incienso en una maceta”.
Pero lo más llamativo llegó cuando Ara reveló una especie de gualicho que tiene en ese sector de la casa. “Les quiero mostrar esto”, arrancó la ex de Adrián Suar antes de revelar uno de sus rituales y siguió: “les voy a dar un tip para alejar la mala onda. Plantá un ajo en la puerta de tu casa, como hacían nuestras abuelas, y así saca toda la mala energía”.
Cambiando de ángulo, y apuntando al cantero que da al frente de la casa, Araceli señaló otro espacio en donde también tenía plantado ajo y acotó: “allá también tengo otra plantita y a veces saca unas flores divinas. Que no fue el caso ahora”. Por si una sola no alcanzaba, la exmodelo reforzó el gualicho.
Pero no es lo único que ella hizo en la casa a fin de traer buena energía a su hogar. Ya desde los comienzos de la obra, cuando su mansión era solo un proyecto y empezaba con la obra de construcción González decidió hacer otro ritual que también lo contó entre sus historias de instagram.
"Les voy a dar un tip para la mala onda. Plantá un ajo en la puerta de tu casa, como hacían nuestras abuelas, y así saca toda la mala energía", explicó Ara mientras mostraba su maceta.
“Antes de irme a Tokio a trabajar con Louis Vuitton, habían marcado la tierra para levantar las paredes y con mi amiga, quien hoy trabaja conmigo en Aracelli web, vinimos a tirar arroz. Tiramos un kilo y no alcanzó. Pero bueno, tiramos eso y cuando volví ya estaban las paredes levantadas”, concluyó Ara.
