Si bien ya venía demostrando sus cualidades como actriz, 2019 le abrió las puertas a la consagración. Cuando Adrián Suar la llamó para sumarla a Argentina, tierra de amor y venganza, y no sólo eso, sino que además la tenía pensada como protagonista del megaproyecto, no le tembló la voz a la hora de aceptar el desafío. Capítulo a capítulo, la novela de El Trece se vuelve más atrapante, y la misma expectativa transmite Delfina Chaves (23) interpretando a Lucía.
Si bien ya había pasado por personajes de peso, esta es la primera vez que se pone un proyecto al hombro como una de las figuras preponderantes dentro de un elenco de renombre. Más allá de ser la chica del momento, intenta mantener los pies sobre la tierra y no alejarse de ese bajo perfil que adoptó desde que puso su primer pie en los medios. Prefiere pasar inadvertida y que se hable de ella sólo en lo referente a lo profesional. Sin embargo, en esta ocasión lo profesional y lo privado van de la mano.
Dos vidas paralelas, pero que allá en el final se juntan para darle vida a una linda historia ¿de amor? En la ficción, y sin adelantar qué ocurrirá a lo largo de la tira, mantendrá un ida y vuelta con Bruno, personaje que lleva adelante el español Albert Baró. Hace un mes llegó el tan esperado beso entre ellos, y partiendo de esa base es que los fans alimentan la teoría de un amor que va más allá de la pantalla. Ellos sostienen que son amigos y que, incluso, él está de novio con Nerina Uturbey, una joven argentina que conoció en Madrid, como si eso fuera un impedimento. Mientras abiertamente intentan darle credibilidad a esto, no son pocos los que sostienen que, puertas adentro, Delfina y Albert son mucho más que amigos.
La forma en la que se miran, la complicidad, parecen ser datos incriminatorios. ¿Qué acontece en el último capítulo de esta novela que va en paralelo a la producida por Pol-ka?
¡Talentosa! Su carrea comenzó hace seis años y hoy parece que está en la cúspide, en lo más alto de la ola, y no se quiere bajar de lo que consiguió. Un día en la vida de ella comienza con el despertador sonando a las 6 de la mañana, el desayuno y luego ir a grabar escenas. Llega muy tarde a su casa, de noche, por lo que, generalmente, luego de una ducha y comer, se va a acostar. Las salidas suelen ser los fines de semana y allí comienza su otro desafío, con el de la realidad.
Hoy, gracias a su trabajo actual, su vida cambió y se siente rara. “Mi vida cambió un montón porque te reconocen muchísimo en la calle, o donde quiera que entres hay personas que se dan vuelta. Pero yo elijo vivirlo a mí manera. Soy muy simple y sencilla… sigo yendo en pijama al chino, me sigo tomando el subte, sigo haciendo las cosas como antes. Ni en pedo dejaría de hacer cosas porque soy reconocida en la vía pública”, le contó a Teleshow.
Delfina y su compañero Albert Baró
Delfina Chaves disfruta del reconocimiento de ATAV
