Tal como ella misma la definió, su vida es como la de Cenicienta. ¡O aún con una trama de superación y supervivencia bastante más fuerte que la de ficción! Mariana de Melo es una chica oriunda de Misiones que llegó a Buenos Aires sola cuando apenas tenía 18 años y se puso a trabajar como empleada doméstica para sobrevivir.
Haciéndose camino al andar, por las vueltas de la vida y luego de incursionar como bailarina y haciendo algunos desfiles en boliches, la morocha desembarcó en No hay 2 sin 3, el programa de Canal 9 con Pablo Granados, Pachu Peña y Fredy Villareal. Y de repente, en 2007 le llegó su gran oportunidad al ser convocada para el Patinando por un sueño.
El paso por el certamen de Showmatch le permitió alcanzar fama y popularidad, al tiempo que le significó un cambio en los ingresos económicos ya que la contrataban para hacer teatro, ir a programas de televisión como invitada, protagonizar desfiles, eventos y encabezar muchas presencias por todo el país.
Y fue en medio de esa vorágine, con su carrera en ascenso, cuando en diciembre de 2007 Mariana sufrió un grave accidente que casi termina con su vida. La morocha venia con Fernando Correa, su maquillador, a bordo de un remise que la traía de regreso a Buenos Aires luego de un desfile en La Pampa porque ese mismo día la esperaban en Capital para grabar un programa.
Sin embargo, nunca pudieron llegar a destino ya que a la altura de Pehuajó, el Peugeot 206 en el que viajaba de Melo embistió de frente a una cosechadora. “No me daban esperanzas de vida. Creían que iba a quedar en estado vegetativo. Fue duro, pero pude salir”, recordó la actriz.
"Estaba con la cara súper hinchada, sin la oreja izquierda, con el pómulo lastimado, los ojos cerrados, la cabeza toda cortada y rapada", recordó la vedette.
Luego de varios días en coma, Mariana despertó, pero su estado era delicado y las consecuencias aún se desconocían. Una vez recibida el alta médica, aún sin poder caminar, la exvedette describió el momento en qeu se vio al espejo “estaba con la cara súper hinchada, sin la oreja izquierda, con el pómulo lastimado, los ojos cerrados, la cabeza toda cortada y rapada”.
Luego de varias intervenciones y tratamientos, Mariana empezó el camino de rehabilitación. Meses más tarde, como un milagro, regresó a las pistas del Bailando, incluso participó de alguna que otra obra de teatro. Sin embargo, allá por 2012 “La llorona”, como la apodaban, encontró al hombre de su vida, el que curó todos sus males.
Si bien de Melo se había casado en los comienzos de su carrera con el futbolista Juan Fernández, separada y enamorada, en el 2013 volvió a pasar por el registro civil convirtiéndose en la esposa de Jose Fortunato, un empresario millonario del rubro alimenticio.
Desde entonces, sus apariciones en los medios fueron cada vez más esporádicas… hasta que cumplió su gran sueño: ser madre. “Mis hijas, mi marido y mi familia, son lo más lindo que me pudo pasar en la vida. Soy una mujer muy feliz. Estoy en paz, muy tranquila”, declaró Marianita durante una entrevista.
“Quedaba embarazada y siempre los perdía, no prosperaba. Y de estar súper feliz, otra vez venía el bajón. Así estuvimos, buscando mucho tiempo: perdí seis embarazos. Hasta que un día apareció Lupe. Y después quisimos tener otro hijo, y lo perdimos. Hasta que apareció Zoe”, reveló de Melo en Cortá por Lozano.
Según trascendió, desde el 2008 Mariana (que nació el 9 de enero) festeja su cumpleaños el 16 de diciembre, ya que para ella el día del accidente es el día en que volvió a nacer. “Ahora lo festejo en esta fecha porque para mí lo que pasó en el accidente es un nacimiento. Llegar a esta fecha para mí es muy importante porque volví a vivir. La luché, y acá estoy. Tengo vida", expresó.
