Pensar en Hollywood puede ser para muchos imaginar una vida rodeada de glamour, fama, alfombras rojas y burbujas de champagne. Pero si la realidad suele ser muy distinta para los locales que dan sus primeros pasos, para los artistas extranjeros lo es aún más.
Así lo demuestra Gastón Dalmau cada vez que cuenta cómo es su vida en Estados Unidos, donde aterrizó en 2013, cuando terminó Casi Ángeles, con el sueño de hacerse un lugar en la industria y ganarse un nombre propio lejos de la Argentina. Un camino con dificultades, en el cual, quien no persevera, pierde.
El ganador de MasterChef Celebrity 2 primero apuntó su brújula a Nueva York. Allí estuvo hasta 2016, cuando se mudó a Los Ángeles, donde reside con su novio, José Navarro, y su perro. “En mi barrio viven muchos famosos. Las Kardashian siempre van a tomar cafecito ahí cerca de donde vivo”, contó Dalmau en Cortá por Lozano.
En Los Ángeles, Gastón consiguió trabajar para los estudios Marvel en áreas de producción y efectos visuales en películas como Civil War, Doctor Strange: hechicero supremo y Capitana Marvel, pero sigue audicionando para actor, algo nada fácil a pesar de estar súper preparado y hablar perfecto inglés.
“En las audiciones a veces también tengo problemas, porque me hacen audicionar para un rol mexicano pero no me parezco, no doy”, dijo y reconoció: “Me está costando, es difícilr roles en los que yo pueda dar. Estoy remando. Es muy difícil”.
“Después me salió laburo en la parte de atrás, que me encanta, la parte de producción, de efectos visuales, y ahí voy, pero sigo audicionando todo el tiempo. Tengo representante allá también. Yo quiero intentarlo”, siguió.
Fue la necesidad de “parar la pelota” y de reencontrar su rumbo lo que lo llevó a irse de la Argentina. “Empecé a trabajar en 2003 en televisión y veníamos con seis años intensos de Casi ángeles y Teen Angels. Fueron muchos años de exposición, empezás a perder un poco el eje y no sabés si hacés las cosas por inercia o porque es lo que querés. Necesitaba volver a sentir esa pasión y esas ganas de hacer algo”, señaló el rubio.
"Compartí, viví solo, fui rotando. En ocho años me mudé 15 veces. Es una bestialidad, no quiero pensar más en una mudanza. Primero viví en Manhattan y después me mudé a Queens que es más barato y los departamentos son más modernos", contó además, sobre sus años en La Gran Manzana.
Todo este tiempo de vivir en distintos lugares le hicieron dar cuenta de que le encanta ser nómade y que no tiene drama en viajar a Los Ángeles, Madrid o Buenos Aires por trabajo.
Y ahora, con su trofeo del reality de cocina a cuestas, el campeón está dispuesto a seguir su destino, a donde sea que lo lleve el camino y este nuevo rumbo gastronómico.