Con la extraña y amarga sensación de salir al aire sabiendo que son los últimos programas del ciclo, los integrantes de Lo de Mariana encararon la semana final de emisiones. El viernes termina la corta aventura de Mariana Fabbiani y su grupo de trabajo, y no era cosa de irse así nomás: uno de los integrantes del ciclo se la jugó y le declaró su amor a una de las panelistas. ¡En vivo!
Una de las grandes cartas del programa era, sin dudas, el chef francés Cristophe Krywonis, que en una de las peores decisiones de su vida decidió declinar el ofrecimiento para ser jurado de Masterchef Celebrity y se sumó a las filas del 13. Igual, la tele siempre da revancha y el cocinero galo tendrá muchas oportunidades para redimirse, seguramente.
Cristophe arrancó para comerse a los chicos crudos pero poco a poco fue perdiendo espacio, al calor de la importancia que tomaban los casos de actualidad, sobre todo los policiales. Junto a él se destacó un ayudante de nombre Ema, entrerriano para más datos, que a poco de aparecer demostró conocimientos en la cocina y simpatía para desenvolverse frente a cámara, algo que no resulta sencillo para los principiantes.
Quizás sabiendo que estaba antes una de las últimas chances de confesar sus sentimientos, Ema decidió "jugársela toda" y contó al aire, y en vivo, que estaba enamorado de una de las integrantes del ciclo. Después de algunos cabildeos y de jugar un poco el misterio, fue al frente como loco y dijo "Estoy enamorado de Martina". Martina es Martina Soto Pose, la periodista que alguna vez formó parte de Caiga Quien Caiga y fue una de las panelistas junto a Fede Seeber, Florencia Arietto y Mercedes Ninci.
Ella no se quedó atrás. Aunque le aclaró que está en pareja y que no iba a pasar nada, le agredeció y un poco le recriminó no haberle dicho nada en todo el tiempo que trabajaron juntos. "Afuera de cámara nunca me comentaste, pero sí lo hiciste al aire" le dijo Martina, pícara. "Se qué es casa, es algo platónico. Es prohibido pero me encanta" , argumentó el.
Después Cristophe pidió que pusieran un poco de música, le hizo propaganda de "buen bailarín" a su muchacho y los invitó a que asumieran protagonismo en una hipotética pista de baile. Y ellos tampoco se achicaron: tiraron un par de pasos y demostraron que como pareja (de baile, aclaremos por los dudas) estaban fenómeno e iban muy a tiempo. Se termina el programa. Pero algo de huella deja. Por lo menos, en el corazón de uno de sus participantes. Y sí, ya lo decía la canción: el amor EMA...fuerte!!