Uno de los grandes troncos polémicos de Intrusos, a principios de año cuando todavía conducía Jorge Rial se centró en un mentado chat paralelo de WhatsApp. Cientos de páginas se han escrito al respecto, sobre la indignación del histórico animador con esa conversación en las sombras.
Se especuló que Débora D’Amato oficiaba de espía del conductor y que traspasaba información de esa sala virtual e incluso algunas voces consideraron que ese accionar incidió para el despido de América, cuando se reconfiguró el panel.
Todo esto volvió al tapete de la mano de Marina Calabró, que se cruzó de vereda y se acopló a LAM. En ese ciclo, Ángel de Brito le “pidió” el celular a la hermana de Iliana y rápido de reflejos se sumergió de lleno en ese chat.
El origen de todo esto se relacionó con un mensaje de Daniel Ambrosino a Marina, con el que la ayudó a detectar que Nazarena Vélez será la nueva famosa que se sumará a La Academia. Y ahí el conductor atrapó el dispositivo de Calabró.
“De paso vamos a mirar el teléfono. Me gusta tu teléfono, hay audios. ¿Los puedo escuchar? Está Tartu, Leuco, Lanata sin filtro…”, narró de Brito.
Hasta que la propia Marina lo puso en alerta: “¡Está el chat paralelo de Intrusos!”. Aunque le rogó confidencialidad: “Mirá que confío en vos, porque está la intimidad de Marcela Tauro, Pallares, Amborisono, Angie Balbiani, Guido Záffora, Damián Rojo y creo que nadie más. Débora D'Amato, no, no está”.
Ni lento ni perezoso, Ángel navegó por ese grupo y contó: “Estoy viendo para atrás, cuando hablaban mal de... (Jorge Rial). Se mandan muchas fotos. Muy largo, paren de hablar. ¿Cuándo trabaja toda esta gente?”.
