Aunque no trabaja en la radio, en la tele y no hace teatro desde que tuvo una breve experiencia en la temprada de Carlos Paz, More Rial es una activa habitante del mundo farandulero. Por ser la hija de Jorge Rial, por sus vaivenes amorosos, por los idas y vueltas en la relación con el padre, por sus actitudes rebeldes en las redes sociales o por su deseo de ser panelista de algún programa (en lo posible, LAM) ella siempre es noticia.
Pero la semana pasada no lo fue por un pavada. Por uno de esos temas menores que a veces la tienen de protagonista como una foto con la lengua afuera, un posteo que algunos consideran fuera de lugar, por explicar cómo se mantiene o por algún reclamo contra la cuarentena o las restricciones sanitarias. No: su descargo sobre la conducta de Silvia D´Auro, su mamá adoptiva, a la que acuso de abandonarla hace 11 años, movilizó y conmovió al ambiente.
"Esa mujer nos abandonó hace 11 años. No tenemos ningún contacto con ella, y a decir verdad tampoco quisiera tenerlo yo. Pero se tiene que hacer cargo de todo este tiempo que nos dejó solas cuando éramos menores de edad", contó en sus redes sociales cuando se involucró en uno de esos tradicionales segmentos llamado "preguntame que te respondo".
Los usuarios pueden hacer todo tipo de preguntas y la figura va seleccionado las que les interesan contestar. Algunas las pasan de largo, y otras las responden con un emoji, con una palabra, con alguna frase o con una respuesta larga y contundente, como lo hizo More los otros días cuando alguien del público quiso saber qué relación guardaba con la ex esposa de Jorge Rial: desde que el matrimonio se disolvió en 2009, tanto More como su hermana Rocio perdieron contacto con ella.
Después de separarse del conductor de Intrusos, Silvia D´Auro dio una serie de reportajes que le valieron un reclamo judicial del conductor de Argenzuela, el programa de Radio 10 con el que volvió al ruedo luego de que no le fuera bien con TV Nostra, una fallida aventura en el prime time que solo se sostuvo al aire durante 47 días. En la radio le va mejor y está más relajado.
Desde aquellos dolores de cabeza anímicos y económicos, D´Auro se llamó a silencio y decidió alejarse de cualquier tipo de exposición. Incluso, en busca de silencio y tranquilidad se mudó a la Patagonia, donde vive en San Martín de los Andes, evitando contactos con la prensa que puedan generarle nuevos perjuicios.
Lo mismo hizo esta vez. Dicen que el se quema con leche ve una vaca y llora, y parece que a ella le pasó lo mismo. Abrió la boca, perdió calma y dinero, y no quiere que le suceda lo mismo.
"Va a mantener su postura de no contestare y estar en silencio", dicen las personas que la conocen y quieren lo mejor para. Sólo el tiempo dirá si la volvemos a ver en Tribunales o en algún medio.