Angie Balbiani espera su segundo hijo para diciembre. Sabe que va a tener otro varón (Benjamín, el más grande, tiene 13) y camina la vida con alegría y felicidad, pero también con franqueza y con una sinceridad absoluta. Se alejó, por ejemplo, de ese concepto ancestral de que el embarazo es "todo color de rosa" y un campo verde libre de cardos o espinas. Ella habla con todas las letras y si tiene que decir que lo pasó mal, lo hace.
Ahora, entrevistada por el portal Para ti, volvió a dar muestras de su franqueza. Sobre todo para referirse a los cánones de belleza establecidos desde hace mucho tiempo tanto en la tele como en el pensamiento dominante de la sociedad, donde "estar flaco" es sinónimo de "estar bien". Ella no está de acuerdo, y lo dice por experiencia propia.
"Yo creo que el tema del peso siempre es un problema en este país y va más allá de mi situación personal. Siento que se ha trabajado mucho en este tema pero aún falta para que cambie el paradigma: en la Argentina si no sos flaco tenés que estar en camino a serlo, es como algo que está instalado. No te dejan ser gordo y feliz, disfrutar de tu cuerpo con sobrepeso porque el objetivo final siempre tiene que ser adelgazar a cualquier precio" dijo, convencida y segura de cada palabra.
"En laArgentina si no sos flaco tenés que estar en camino a serlo, está instalado. No te dejan disfrutar de tu cuerpo con sobrepeso porque el objetivo siempre tiene que ser adelgazar a cualquier precio".
¿Quedaron dudas? Pues hay que despejarlas. Porque Angie no las tiene. "A ver, no quiero quiero generalizar, pero creo que la mayoría de nosotros no estamos preparados para comer sin culpa. En mi caso, me sirvió mucho comprender y aceptar que soy única y que mi cuerpo reacciona de una forma particular al alimento y eso me permitió dejar de compararme con otras mujeres, con otros embarazos y poder disfrutar del mío sin complejos".
Angie, una de las mejores amigas de Pampita, contó que ya conoció a Ana, la hija de la modelo, y avisó que no iba a ser muy original en la descripción de la beba. "¡Es divina", dijo, igual que todos los que la vieron. En cuanto a su embarazo, recordó que veía a Juan, su novio, "con muchas ganas de ser papá, entonces un día lo encaré y le dije "mirá, si querés tener un hijo apurate porque yo ya tengo 39 años". Entonces empezamos a buscar, y a los pocos meses quedé".
A fin de año Angie será mamá de otro varón al que ya le eligieron nombre, pero que prefiere no develar. "El día que nazca lo daremos a conocer", cuenta, mientras imagina que el bebé nacerá por cesárea "como el primero. Lo único que quiero es que el nene sufra lo menos posible". Su primer hijo está chocho con tener un hermanito. "Soy muy compinche con él y apenas empezamos a buscar se lo conté, así que para él todo es muy natural".